Alerta de spoiler: Colombia no ha parido a ningún prodigio del fútbol mundial. Mbappé no se ha enterado dónde queda Chigorodó, Haaland no abrió los ojos en Tamalameque y Ansu Fati se hizo español antes de darle una oportunidad a Chiquinquirá. ¿Estamos claros?
Se vive del recuerdo de Valderrama, de la nostálgica voltereta de Asprilla, del talento inconmensurable de un Willington Ortiz a quien le faltaron redes sociales para ganar reconocimiento. Fue el botín de oro de James en un Mundial y poco más.
Dicho esto, sí valdría la pena reconocer a algunos jugadores que, guardadas las proporciones, dejaron un grato recuerdo en este 2021, uno de esos que bien podría abrir la puerta de una Selección Colombia, un derecho a piso en cualquier amistoso -contra Honduras, por ejemplo- para ir mirando perfiles, una oportunidad a lo desconocido que es, al fin y al cabo, una tarea esencial de cualquier seleccionador nacional.
Habría que empezar por un requisito básico: juventud y proyección. Con permiso de Teófilo Gutiérrez, a quien muchos piden de regreso a sus 36 años -tendría mis reservas-, mirar a la Liga que cierra este año debería ser un ejercicio para pensar en el recambio y en alternativas cercanas y reales en posiciones neurálgicas, donde los veteranos piden a gritos una alternativa.
El vaso medio lleno es un Jorge Marsiglia como defensor central: 22 años, 1,83m de estatura, 2 goles y un título de campeón con Deportivo Cali. En una zaga sin Mina (lesionado), con bajones de Dávinson y cuyo plan de emergencia es Óscar Murillo (33), una compañía para Cuesta es más que necesaria. Es más: hasta Sergio Mosquera, subcampeón con Tolima, a pesar de sus 27 (1,85m), es un zaguero goleador (5 tantos en Liga II 2021) y un hombre que sabe ordenar al equipo dese su terreno. Seria una excepción.
Después, para el mediocampo, aparecieron en el Cali talentos como Andrés Colorado (23 años, 1,88m), autor de 3 goles y ojo, 5 asistencias, en el Cali campeón, el jugador joven más influyente de la Liga, con ventaja. Y a su lado un par de tapones: Andrés Balanta (21 años, 1,83m, 1 gol), campeón con Cali y con proceso de selecciones, y Stiven Vega (23 años, 1,75m), de Millonarios, ambos con efectividad probada en marca. A ningún Barrios, ningún Uribe, ningún Lerma les sobra relevo o competencia.
Y para el ataque Daniel Ruiz (20 años, 1,71m, zurdo), una de las joyas de Millonarios, autor de 3 goles y 6 asistencias en el último torneo, y Edwin Cetré (23 años, 1,70m, derecho), con sus 6 goles y 1 asistencia en Junior: relevos por las dos bandas, que pueden empezar a hacer la fila ya mismo detrás de Luis Díaz y Juan Cuadrado.
El vaso medio vacío son las posiciones críticas de siempre: hay que rezar porque a David Ospina y Camilo Vargas nos les de ni una gripa porque no hay arqueros jóvenes para reemplazarlos en el medio local, y el problema más grueso de la selección habrá que intentar resolverlo por otro lado, porque aquí no hay goleadores jóvenes. Aclaración para hinchas del Cali: Harold Preciado tiene 27, de sus 13 goles fueron 6 de penalti y Rueda ya lo convocó una vez y no repitió. Por las dudas.
Así las cosas, no serán muchas pero sí son buenas opciones las que provee la Liga local para los listados de Selección Colombia. Soñar es gratis y, aunque saben que los de afuera tienen ventaja, la tierra da lo que puede y hay que aprender a valorarlo. Rueda lo dijo a su llegada: quiere valorizar la Liga. Ok, no tiene que ponerla toda en la vitrina. Pero ya es ganancia saber que sí tiene opciones.