¿Sudamericanos?

En el Viejo Continente suele decirse que tal o cual equipo es de Champions o de Europa League. ¿Será que Colombia es de Copa Sudamericana? ¿Nos está quedando grande la Libertadores?


Por los últimos resultados pareciera que sí. Hay que decir que el segundo torneo más importante de la región ha crecido tanto en premios como en interés, y por qué no afirmarlo, en emotividad. Se han jugado ediciones más atractivas de lo que la misma hermana mayor puede ofrecer. Pero sigue siendo un botín menor que la novia de América.

Aunque me resisto a creer que así sea, mientras toque seguir disputando el segundo nivel pues entonces hay que buscar la manera de ser protagonistas. Son tres finales de Nacional perdidas, incluyendo la cedida a Chapecoense, de la cual era el gran favorito; una de Junior, que perdió con Paranaense y todavía nadie se explica cómo, cuando la tenía prácticamente en el bolsillo; y la ganada por el Santa Fe de Pelusso, hace ya 5 años.


A pesar de ser un evento diseñado para que celebren argentinos y brasileños, que de hecho son los máximos vencedores que ha tenido en sus 18 ediciones, desde 2014, mantiene generalmente una buena figuración cafetera.


Disputados los primeros partidos de las llaves de segunda fase, los cinco representantes que quedan -pudieron ser seis, pero mejor no recordárselo a los hinchas del América-, máximo serán cuatro por el enfrentamiento que por ahora resuelve el Cali sobre Millonarios. Junior se trajo tres puntos de Colonia del Sacramento, y Tolima y Nacional empatan sus series frente a Unión la Calera y River Plate de Chile y Uruguay, respectivamente.


La obligación de por lo menos llegar a la final la tienen, en mi concepto, respaldando lo que argumento en el párrafo anterior, Nacional y Junior, a pesar de que los verdolagas no pudieron conseguir la victoria contra el River charrúa en un partido que se les complicó a partir de la expulsión del debutante Mosquera. Los equipos de Osorio especialmente necesitan sus herramientas completas por la exigencia que proponen. Con 10 sufren lo indecible. Ahora deben y pueden ir a ganar o empatar por mas de un gol a Montevideo.

El tiburón, que no pudo redondear por un marcador mas amplio gracias a la gran noche del arquero de Colonia, debe resolver sin contratiempos en casa para continuar en la tarea de repetir al menos lo del 2017. Al igual que el verde de Medellín, tienen una deuda pendiente con esta competición. Jugando muy bien aquella vez, insisto se quedaron sin poder celebrar en la mismísima puerta.


Tolima pudo haber regresado de Chile con un mejor resultado, sobretodo por lo que hizo en el primer tiempo. Ahora se debe cuidar del gol visitante en la vuelta en casa. Va a ser fundamental el retorno de su mejor hombre Jaminton Campaz para elaborar su plan de triunfo. Y el Cali aparentemente por lo visto en Bogotá se ve un escalón arriba del Millonarios mas limitado de los últimos años. Si bien es cierto ha mejorado en este mes, a los dirigidos por Alberto Gamero les está costando bastante como les ocurrió el jueves al verse cerca de la victoria y ser remontados con facilidad por los azucareros.



Pues estimados amigos y amigas, esto es lo que le queda a nuestro fútbol de clubes en este convulsionado 2020 y hay que afrontarlo con responsabilidad y determinación. Así vino el sándwich y para no quedar tan mal hay que consolidar una buena figuración con los cuatro equipos que podrían continuar en la siguiente fase de la otra mitad de la gloria. El oso que venimos haciendo en Libertadores desde que Nacional la ganó en 2016, no tiene mas explicación que la suma de varios factores que hay que empezar a remediar desde ya y un contundente primer paso es asumir y traerse esta edición de la Sudamericana, no solo porque el que la logre asegura cupo a la competición estelar y eso es obvio sino para iniciar la recuperación del prestigio de la zona. Si hoy como parece ser nuestro nivel solo da para eso, pues afrontémoslo con dignidad y valentía.