Un control remoto que permite saltarse las escenas jartas, mutear las protestas y viajar en el tiempo para llegar a los momentos en los que hay que destapar la champaña y decir un bonito discurso. Lo tenía Adam Sandler en la película Click y lo quisieran algunos en el fantástico mundo de la Federación Colombiana de Fútbol.
“En la vaina de la protesta quiero dejar un significado: ellas levantaron sus manos indicando que el fútbol femenino está creciendo y está cogiendo vuelo”. Parece un chiste pero es en realidad una burla. El director técnico de la Selección Colombia Femenina, Nelson Abadía, se refirió así, en entrevista con W Radio, al gesto de sus jugadoras en el primer partido de la Copa América. Tratando de bajarle el volumen a una señal que para todos los demás significó otra cosa.
Unas horas más tarde, en ESPN FShow Colombia, le manifesté al entrenador mi preocupación por sus declaraciones de la mañana, considerando que el mismo día de los brazos alzados, sus jugadoras hicieron publicaciones en redes sociales en las que literalmente hablaban de ‘falta de garantías’. Además, le dije, que imagino que emitir un mensaje así de parte de ellas no debe ser fácil teniendo en cuenta que aquellas que han hablado de cosas que no se están haciendo bien, coincidencialmente, no han sido tenidas en cuenta en el tiempo reciente.
Abadía negó vetos otra vez y reconoció que el origen de aquel símbolo sí tenía que ver con una manifestación de desacuerdo, pero que “las futbolistas recapacitaron” y está convencido que también puede significar otra cosa. ¿Recapacitar? ¿En serio? Son otros los que deberían considerar mejor lo que dicen y lo que hacen. Que el entrenador de este equipo no sea capaz de respaldar la queja justificada de sus jugadoras y que, al contario, trate de restarle intensidad al mensaje es en realidad tan diciente como deprimente.
Pero no es la única declaración que llama la atención en esta semana donde todo es júbilo alrededor de la Selección Femenina y su clasificación al Mundial y los Juegos Olímpicos. Terminado el partido ante Argentina, Ramón Jesurún, presidente de la FCF, dijo a Win Sports: “Algunas son como mis hijas y algunas como mis nietas”. ¿En serio? Bueno, quizá sí. Puede ser un papá que usó el control remoto para saltarse la partecita de la lucha por una liga femenina digna, un abuelo que quiso darle a ‘omitir’ a los reclamos por procesos serios y premios justos. Oprimir un botón para no tener que estar en los años del llanto en la madrugada y aparecer sacando pecho el día del grado universitario. Click.