Colombia perdió desde la tanda de penaltis por 4-3, pero en los 90 minutos del partido el encuentro quedó igualado 1-1. El equipo colombiano mostró gallardía en el medio campo y toda esa fuerza llegó gracias a la fortaleza que impusieron Wilmar Barrios, Carlos Sánchez y Jefferson Lerma.
Los tres volantes tenían una función clara: no dejar pensar a los talentosos rivales ingleses. Lerma fue al sector izquierdo, Barrios se quedó como cabeza del área y la 'Roca' se volcó por el sector derecho. Con ellos tres en el campo poco pudo hacer Lingard, Alli, y Sterling.
El entrenador argentino intuyó que en ese sector podría estar la clave para pelear en el campo y cambió su esquema respecto a lo que había planteado en los demás partido del Mundial. Y ese planteamiento le funcionó, pues, sin la acción de estos volantes, Inglaterra intentó el juego por los costados, pero allí también aparecieron.
De hecho, Barrios, fue el colombiano que más entradas correctas hizo en el partido con cuatro. Carlos Sánchez, por su parte, fue tuvo siete recuperaciones y fue el segundo en este ítem en el equipo colombiano, detrás de Johan Mojica. Lo de Lerma en el campo, que aportó poco en ataque, sirvió para cerrarle el camino a Tripper, lateral de Inglaterra.
Su labor en el medio campo fue siempre correcto. Sin embargo, Barrios y Sánchez recibieron de a una tarjeta amarilla, pero no propiamente por fuertes entradas en el campo. La de Wilmar por un forcejeó en una barrera, mientras que la de la 'Roca' por un penalti bastante discutido sancionado por el juez Mark Geiger.
Tres 'perros rabiosos' fueron Jefferson Lerma, Wilmar Barrios, Carlos Sánchez en el mediocampo. Cada jugador inglés que se pasó por su sector fue bien neutralizado y al lugar al que fueron los siguieron con 'sangre' en el ojo.