Corea del Norte se consagró campeona por tercera ocasión del Mundial femenino Sub-20 al derrotar por la mínima diferencia a Japón en el estadio El Campín gracias a un gol de Choe Il Son, demostrando que son una de las potencias en esta categoría.
Las norcoreanas fueron sensación de principio a fin y pese a que muchos la vieron como sorpresa, la verdad es que históricamente siempre han sido dominantes en las categorías del fútbol femenino juvenil.
Los títulos de Rusia 2006, Papúa Nueva Guinea 2016 y ahora este en Colombia 2024 confirman que son una selección con una evolución importante.
Para todo hay una clave y las norcoreanas no son ajenas a ello, pues una de las razones por las que son potencias en el fútbol femenino juvenil es su buen desarrollo deportivo en su país, en el que el gobierno liderado por Kim Jong-un juega un papel fundamental por el gran apoyo que le da al deporte, algo que heredo de su padre Kim Jong II.
La inversión del gobierno norcoreano a todas sus deportistas ha hecho que en cualquier disciplina sean potencia, pero en el caso del fútbol que es un deporte más colectivo y difícil a nivel mundial tiene más valor, pues competirles a selecciones de Europa o Sudamérica que tienen más talento nato es un reto astronómico.
#U20WWC 2024: Trophy lift. 🏆 pic.twitter.com/78kXPZhwOE
— FIFA Women's World Cup (@FIFAWWC) September 23, 2024
El modelo deportivo de Corea del Norte es poco visto, pero muy destacable, pues desde tempranas edades las jugadoras tienen la posibilidad de tener una formación deportiva con todos los recursos para la práctica adecuada y siempre el objetivo de los entrenadores es competir al más alto nivel, preparándolas fuertemente en la parte mental.
El mismo entrenador República Popular Democrática de Corea, Ri Song-Ho, afirmó en conferencia de prensa tras ganar el título del Mundial femenino Sub-20 que en su país “hay periodos de preparación de varios meses y hay un sistema integral. Más allá del tema físico y de la táctica, se enfocan en la parte mental y hemos dedicado mucho tiempo para ello”.
Entre otras cosas, Corea del Norte volvió a ser campeona tras 8 años sin conseguir el trofeo y Ri Song-Ho destacó que tras la pandemia se propusieron volver a estar en la élite mundial compitiendo con las grandes selecciones del mundo, pues no podían permitir que les tomara ventaja, así que la preparación física y táctica fue decisiva para seguir creciendo y mientras todos estaban sin actividad, los formadores decidieron no perder tiempo con ello, así que le sacaron provecho a esa situación.
Así las cosas, el desarrollo temprano de las deportistas, la disciplina que tienen en el país que es una ideología predeterminada en toda la sociedad, el apoyo económico y recursos para el desarrollo del deporte, más la preparación física y mental, terminan siendo las claves del éxito del fútbol femenino juvenil de Corea del Norte, que con este título Sub-20 en Colombia aspira tener la motivación para promover esas talentosas jugadoras al seleccionado mayor y que trasladen esos buenos resultados en competencias con más exigencia.