Con la llegada de Radamel Falcao García al Rayo Vallecano, el público colombiano empezó a seguir muy de cerca e incluso tenerle especial afecto al club. Ese recibimiento efusivo al ‘Tigre’ y la emoción que este mismo ha demostrado públicamente, hacen de este equipo todo un paraíso. O por lo menos eso parecía.
En los últimos días la Cadena SER de España hizo pública una entrevista en la que Jean Paul N'Djoli, delantero francés de 20 años, denunció el infierno que ha vivido gracias a la directiva del Rayo.
El joven atacante inició su carrera en el Évreux Football Club 27 de su país. Todo iba bien con su desarrollo futbolístico hasta que a su puerta tocó un equipo de Madrid interesado en sus servicios.
La entidad presidida por Martín Presa, bastante criticado por la afición, le realizó el ofrecimiento a N'Djoli el pasado 19 de julio y este respondió con un rotundo sí tres días después. El único problema fue que su contrato jamás llegó...
A pesar del “pequeño” inconveniente, N'Djoli viajó a la capital española para realizar la pretemporada con el segundo equipo (Rayo Vallecano B). No fue sino hasta el 17 de agosto, ¡un mes después!, que llegó la respuesta de la directiva respecto a su situación contractual.
Ahí empezó su infierno. En el nuevo contrato le ofrecían la mitad del dinero pactado, su cláusula de rescisión pasó de 10 a 20 millones de euros y se le agregó la posibilidad de prolongar su vínculo por dos temporadas más. El francés, como era de esperarse, dijo NO.
“Cuando me dijeron que tenía que firmar otro contrato me dijeron que era un pequeño detalle, pero todo era diferente al primero. No sé por qué me cambian todo del primer al segundo contrato, no entiendo nada. Me pagan la mitad, cambian muchas cosas y cláusulas”, le confesó a SER.
Si bien pudo seguir entrenando con el equipo, lo hizo sin contrato alguno y por consiguiente sin sueldo ni seguro social. Un escándalo que salió a luz gracias a SER y que tuvo como resultado el bloqueo total de N'Djoli para que ni siquiera pueda hacer parte del grupo en los entrenamientos.
“Por la mañana (miércoles, 29 de septiembre) he ido a la ciudad deportiva del Rayo para entrenar y me han dejado entrar, pero cuando he ido a cambiarme me han dicho que no puedo entrenar”, le dijo a la cadena española.
Por si lo anterior no fuese suficiente, en principio el club le ofreció junto a otros seis compañeros con un apartamento con solo dos camas (una sola tiene colchón), razón por la que algunos deben dormir en el piso, un baño (el otro está dañado) y con la denuncia del caso lo están presionando para que abandone su hogar. Una injusticia completa.
“En el apartamento somos siete para cuatro habitaciones. Hay dos baños, pero solo funciona uno. Hay un baño para siete jugadores que entrenamos a la misma hora. En dos de las habitaciones no hay ni cama, solo hay un colchón. Tenemos un sofá, pero no nos podemos ni sentar porque hay agujeros por todo lado. El club no paga a la persona que viene a cocinar y a limpiar, entonces tampoco hace las compras porque no las pagan. Lógicamente no va a trabajar gratis para nosotros. Pagamos nuestra propia comida con el dinero que nos dan nuestras familias”, detalló.
Finalmente aseguró que el presidente Presa “no ha hablado conmigo ni con mi representante” y por ello su situación está en stand-by.
“Me gustaría sobre todo entender por qué. ¿Por qué me han propuesto un primer contrato y después de un mes otro diferente? Sin ni siquiera decirme que no había sido firmado por su parte. ¿Por qué me dejan así un mes, jugando, conociendo a todo el mundo de la plantilla, incluso marcando goles? Sin ni siquiera poder hablar de eso con ellos... Me ofrecieron un primer contrato que ellos mismos hicieron, yo no lo hice, no entiendo por qué lo han tenido que cambiar”, finalizó.