Es el divorcio más esperado, el que en vez de lamentarse se celebrará, el adiós que siempre fue el camino ideal pero que, por estrictas razones económicas, no ha ocurrido.
Faltan menos de tres meses para que finalmente el galés, el que cobra 20 millones de euros por temporada y se va con 17 títulos con el equipo 'merengue', termine con sus desencuentros y malos ratos, se dedique probablemente al golf y libere un gasto que se necesitará para convencer a alguien más.
Pero la única salida no sería la de Bale. Otro de los que saldría por la suma de decepciones que ha sido su historia en la casa blanca es Luka Jovic, por quien pagaron 60 millones de euros que nunca se notaron. Su destino sería el Arsenal inglés, mismo caso de Dani Ceballos, quien justo estuvo en el equipo del norte de Londres pero quiso buscar una revancha que no le llegó: jugó solo 8 partidos, siempre como suplente.
A la lista se sumarían también el defensor Jesús Vallejo, ex Wolverhampton, y el delantero Mariano Díaz, este último con destino al Lyon, probablemente. Junto a ellos se irían también el lateral derecho Álvaro Odriozola, hoy cedido en Fiorentina, con 19 partidos de titular y una gran ilusión de quedarse en la Serie A. Finalmente está Brahim Díaz, ex estrella del Manchester City y cedido por el Milan hasta junio.
Y todos esos movimientos, ¿para qué? Si les preguntan a ellos dirán que quieren y merecen jugar más. Si hablara Florentino Pérez reconocería que no sería para la renovación del Santiago Bernabéu, que costaría hasta 800 millones de euros, sino para pagar el salario y la prima de preferencia a Kylian Mbappé, quien en las últimas horas jugó a la distracción al responder, a una duda sobre si podría renovar con PSG después de seis ofertas, "sí, por supuesto". ¡Agúzate Madrid, que se te va el tesoro de 22 años!