Colombia ha perdido la sede de la Copa América tras la decisión de Conmebol de no aceptar un aplazamiento más, ante las difíciles condiciones sanitarias y de orden público del país.
No es, en todo caso, la primera vez que, después de lograr la adjudicación de una sede para un torneo internacional, sea imposible cumplir con el compromiso.
Este golpe recuerda al momento en que el país renunció a albergar la Copa Mundo de mayores de 1986, alegando imposibilidad de cumplir los requisitos de la FIFA.
La historia comenzó en 1973, cuando el rector del fútbol mundial hizo una visita al país, durante el gobierno de Misael Pastrana Borrero. Un año después, en junio de 1974, se adjudicó la sede del torneo orbital de 1986, gracias a la gestión del diligente directivo Alfonso Senior.
Aunque inicialmente hubo respaldo del recién elegido presidente Alfonso López Michelsen, en su administración no hubo un solo avance en la construcción de escenarios y demás obras de infraestructura para el evento.
La tarea de los dirigentes era conseguir patrocinios, los que León Londoño Tamayo, quien sucedió a Senior en la presidencia de la Federación Colombiana de Fútbol (FCF), aseguró, al contar con 97 empresas aportantes.
Pero el 25 de octubre de 1982, en una alocución televisada, el presidente Belisario Betancur anunció que Colombia renunciaba a organizar el Mundial, calificando de “extravagantes” las peticiones de Fifa. En su opinión, era suficiente vitrina para el país el Premio Nobel que había ganado Gabriel García Márquez cuatro días antes.
Colombia no llegó a clasificar para ese Mundial, pues perdió el repechaje con Paraguay, y vio por TV a Argentina coronarse campeón en México, de la mano de Diego Maradona.