En Independiente Santa Fe llegó el momento de hacer un esfuerzo extra para afrontar los cuadrangulares semifinales de la Liga BetPlay I-2025.
El equipo bogotano ha tenido un semestre complicado, con la salida de un entrenador [Pablo Peirano], un interinato exitoso [Francisco López] y un nuevo proceso con Jorge Bava, de vaivenes pero con la clasificación a la segunda fase del campeonato… todo ese mar de emociones en medio de la competencia.
La afición ha tenido muchas dudas, repetidos reclamos, ha manifestado su descontento con la gestión y la política de fichajes; sin embargo, ha respaldado a su equipo y está lista para responder en la parte crucial del semestre… aunque sabe que no será fácil superar a Millonarios, Atlético Nacional y Once Caldas, en el grupo B.
El plantel ha tenido también sus momentos difíciles en la convivencia. Si bien los referentes han tenido el liderazgo para mantener la unión general, no se pueden escapar algunos casos concretos que han dificultado el ambiente.
La realidad sobre el ambiente en Santa FeLa eliminación prematura de la Copa Libertadores dejó una cicatriz. Varios jugadores han mostrado su descontento porque su nivel individual los ha postrado en la suplencia.
Y es que aunque Hugo Rodallega o Daniel Torres hablan de una unión que es cierta, ha sido inevitable controlar caras largas, gestos que hacen mella en el grupo y que han molestado a los entrenadores.
El primer caso, que se negó en su momento, fue el descontento con Harold Santiago Mosquera, quien es individualista y sus decisiones en el campo incidieron directamente en algunos resultados; los jugadores lo llamaron a juicio, y sin embargo el volante volvió a hacer gala de su falta de compañerismo en el partido contra Deportivo Cali: Omar Fernández le reclamó por no celebrar un gol, mientras que Yilmar Velásquez se cruzó en una agresión con Mosquera.
Además, jugadores como Lucas Ríos, Omar Albornoz y Edward López, no han tenido un buen semestre y han estado relegados, lo que ha provocado actitudes de desidia en ellos… y claro, todos se dan cuenta de eso.
Para bien o para mal, el técnico uruguayo no ha ejercido una autoridad total. Su mentalidad es la de un técnico que llegó en medio de un semestre convulsionado, en el que su misión es levantar anímica y futbolísticamente al grupo, así que ha intervenido poco en los casos de comportamiento.
Bava le ha dejado esa tarea a los tres capitanes: Rodallega, Torres y el arquero Andrés Mosquera Marmolejo. Han sido ellos los que hablan con fortaleza y ascendencia, tratando de llevar de la mano a sus compañeros hacia el objetivo deportivo.
Este martes Santa Fe citó a la prensa, y justamente los capitanes enviarán un mensaje de fortaleza grupal y comunión; y es que a pesar de las adversidades y de contados casos individuales, en el expreso bogotano hay unión. También harán un llamado a la hinchada, pues inicia la recta final de la Liga, y se avecina un clásico contra Millonarios que marcará el camino del cuadrangular.