Millonarios logró un importante triunfo contra Cali, en una nueva edición del clásico añejo de Colombia. El triunfo le permite a los de Gamero escalar y llegar a la cuarta posición de la tabla de la Liga, teniendo en cuenta que el campeonato marcha a toda, pues en menos de un mes, están cerca de completar la mitad del certamen.
Los goles de Herazo y Sosa fueron certeros, llegando en los momentos precisos, donde los embajadores presionaban alto, obligando al Cali a retroceder y a la perdida de la pelota. Puntos para tener en cuenta, desde lo positivo, pero, también para mejorar, como la complicación en ataque y defensa de la banda derecha.
Stiven Vega, el eje del mediocampo: ya no es casualidad, ni de sorprender. El nivel del volante central en Millonarios cada vez va en aumento, trabajo silencioso y certero, para aportar equilibrio en la zona medular del cuadro de Gamero. Hoy se le vio más retrasado que de costumbre, muy coordinado también con la salida de Omar Bertel, para evitar sorpresas con la velocidad del Cali, que intentó atacar, en varias ocasiones, por la banda.
Su labor también le permite salir con comodidad a Vargas, que es el que más toma confianza para hacerlo, para ganar metros en la cancha. Pese a tener una calificación de 6,5 se mantuvo fundamental con una precisión de pases del 97%, con apenas un pase fallido. Además, todos sus pases fueron con un sentido, con dirección siempre de ir adelante o de ampliar el campo, fueron pocos los que tuvieron el sentido de regresar hacia la zona defensiva.
Eduardo Sosa, alternativa en la mitad de la cancha: el venezolano entró mejor, en comparación a lo que mostró en el partido contra Unión Magdalena, donde le pesó la parte física. Fueron 83 minutos donde siempre intentó encarar, logrando ganar en velocidad y con buenos movimientos las posiciones en la mitad de la cancha, siempre con esa vocación ofensiva.
Pese a no tener tantos remates, aprovechó la ocasión que le quedó, marcando el 0 a 2 definitivo para los embajadores. Aprovechó el respaldo de Vásquez y Vega para entrar y manejar los hilos por la mitad de la cancha, junto a Daniel Ruiz. El venezolano encajó un total de 85% de precisión en los pases.
Daniel Ruiz, elegido el mejor de la cancha: ya no es casualidad, el bogotano se consolida como uno de esos talentos diferenciales que pueden llegar a marcar la pauta. Ante la ausencia de Mackalister, él y Sosa tomaron la batuta, para mantener ese buen nivel en la generación del juego.
Siempre interactuó con Bertel, quien le permitía poder despuntar y juntarse con Sosa o con Herazo, buscando la acción en profundidad. Fue el que más pasó al ataque en la banda izquierda. Además, la jugada del penalti es toda suya, por el movimiento al ganarle la posición a Leyton, aguantando de espalda y aprovechando que el chileno llegó a destiempo para derribarlo en el área.
Álvaro Montero, seguridad en el arco: es el efecto del portero de La Guajira. Llegó para adueñarse del arco azul. Un jugador con proyección y de Selección Colombia, con buenas actuaciones brinda la seguridad atrás, que el año pasado perdió Millonarios, por pasajes, además, de los goles que le costaron más que puntos.
Millonarios es el equipo, que en seis fechas ya jugadas, posee la portería menos vencida, con apenas dos anotaciones. No solo es el portero, sino el entendimiendo que hay con Llinás y Vargas, que se consolidan como una pareja fundamental e importante en la salida del juego y en la destrucción de la progresión del rival.
La banda derecha, el dolor de cabeza de Alberto Gamero: El movimiento de Andrés Felipe Román, a la banda derecha como extremo, no tomó el mejor resultado. Al bogotano no se le vio del todo cómodo, teniendo en cuenta que intentaba desprenderse de la banda. Desde la salida de Emerson Rivaldo, que se entendía a la perfección con el lateral, los azules no han encontrado ni han podido explotar a la perfección una de las zonas que más les favorecía, por las características y cualidades de ambos jugadores.
Elvis Perlaza terminó saliendo al entretiempo, con tarjeta amarilla. Dándole paso a Edgar Guerra en el frente de ataque y retrasando al bogotano como lateral.