El chicharrón es uno de los alimentos más tradicionales de Colombia, el cual suele estar presente en celebraciones o épocas de festividades como por ejemplo, la Navidad. Hemos podido conocer que este platillo de carne de cerdo puede resultar ser un alimento saludable si se consume con moderación, según indican los expertos. Pero hoy hablaremos precisamente de su terminología y sobre qué significa la palabra ‘chicharrón’ en otros países de Latinoamérica.
En la mayoría de países, el chicharrón es reconocido por referirse a la piel de cerdo joven, oreada y frita, de acuerdo a lo que indica la Real Academia Española (RAE). No obstante, en países como por ejemplo, Panamá, el término ‘chicharrón’ se utiliza para referirse a un problema. En Costa Rica, la misma palabra se usa para hablar de una situación o asunto difícil de resolver, según el Diccionario de Americanismos de la Asociación de Academias de la Lengua Española.
La palabra chicharrón puede referirse a un problema.
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Una definición curiosa sobre el chicarrón es: “Árbol silvestre de hasta 10 m de altura, con hojas alternas, de color grisáceo, que se agrupan en los extremos de las ramas, flores en espigas, y fruto comprimido; proporciona una madera dura, que se utiliza para fabricar carretas y traviesas de ferrocarril”. Este suele utilizarse en el país de Cuba.
Lo cierto es que en Cuba tiene varios significados además de este, como por ejemplo, usar la palabra ‘chicharrón’ para hablar de un delator. Este término también puede ser utilizado para referirse a una persona muy tostada por el sol. También puede usarse para hablar de un “residuo de miel de la caña de azúcar que permanece en una paila y que al entrar en contacto con agua adquiere una consistencia vidriosa”. Finalmente, en Venezuela, el término ‘chicharrón’ se usa para hablar de un pelo, ensortijado y muy tupido.
El chicharrón es muy común en Colombia y se trata de uno de los cortes más elegidos a la hora de reunirse en familia y necesitar una cocción rápida. La piel para preparar el chicharrón se obtiene del costillar y del vientre del cerdo. Estas partes son seleccionadas por su contenido adecuado de grasa y tejido conectivo, lo cual es esencial para lograr la textura crujiente característica del chicharrón.