Para Novak Djokovic ha sido una de las temporadas más complicadas que ha tenido a lo largo de su carrera deportiva como tenista profesional. Desde las primeras competencias, Nole no ha podido demostrar un alto rendimiento debido a problemas físicos que recientemente le impidieron estar en importantes torneos.
Tras un largo proceso de recuperación que, incluso, lo obligó a pasar por el quirófano para una cirugía de rodilla, el serbio demostró su alta capacidad confirmando su participación en el Grand Slam de Wimbledon.
Allí, para sorpresa de muchos amantes del deporte blanco, Novak se instaló hasta la final del Grand Slam que se disputó en Londres.
En el juego más importante del certamen se enfrentó a Carlos Alcaraz y contrario a su estilo y personalidad que ha sido criticada por la afición, Djokovic se mantuvo tranquilo y no actúo como lo solía hacer gritando o golpeando la raqueta.
Novak Djokovic.
Foto: Valery HACHE / AFP
Este comportamiento, sin duda, llamó la atención de sus seguidores y amantes del tenis, que ya estaban acostumbrados a ver al serbio fuera de casillas cuando el partido no se encontraba a su favor. Sin embargo, esto no sucedió y con tranquilidad, Novak fue derrotado por Carlos Alcaraz, quien defendió su título en uno de los torneos más importantes del circuito ATP.
Al respecto y días después de lo sucedido, en medio de una entrevista con el medio serbio Sportklub, Djokovic confesó que intenta cambiar sus reacciones.
“Dudo que gritar a la grada me hubiese ayudado”, afirmó el número tres del mundo, según el escalafón mundial, quien sorprendió con estas declaraciones. Cabe destacar que a pesar de su derrota, Nole no se vio alterado y teniendo las reacciones que ya sus seguidores conocen.
Por ahora, el serbio pasa la página y se alista para afrontar el resto de la temporada, donde buscará terminar con la sequía de títulos ya que no ha conseguido su primer trofeo en lo corrido del 2024.