En Bogotá, las Comunidades de Cuidado ofrecen un hogar seguro a personas mayores de 60 años que no cuentan con redes familiares o sociales de apoyo. Su objetivo es garantizar su bienestar a través de atención especializada y espacios de convivencia.
El programa brinda alojamiento de larga estancia, alimentación balanceada, vestuario y servicio funerario. Además, se promueve la autonomía de los residentes mediante actividades ocupacionales y el desarrollo de hábitos saludables.
“Mi vida cambió completamente desde que llegué acá. Antes no la aproveché y con los años aprendí que uno debe cuidarse, que uno no debe tener vicios, eso solo lo enferma a uno. Yo agradezco a este lugar porque me cuidan y porque aprendí qué es cuidarse uno mismo”, comentó Rafael Antonio Vargas, beneficiario de la Comunidad de Cuidado Bello Horizonte.
El equipo interdisciplinario de cada comunidad supervisa la vida diaria de los residentes, apoyándolos en trámites de salud y actividades cotidianas.
Además del cuidado físico, se fomenta la creación de redes de afecto entre los adultos mayores, fortaleciendo lazos de solidaridad y compañía.