- El tofu y el seitán son de origen vegetal pero fuera de Asia son ultraprocesados y pueden causar inflamación intestinal.
- Estas comidas, populares para reemplazar la carne, están muy lejos de su eficiencia para digerir la proteína.
La ciencia es curiosa, pues con el correr de los años, décadas o siglos, algunas de sus nuevas teorías contradicen a algunas anteriores. En ese contexto, dos alimentos que parecían saludables y tenían esa fama en realidad son ultraprocesados que pueden causar inflamación intestinal. Se trata del tofu y del seitán, que en gran parte del mundo se utilizan como reemplazantes de la carne, pero en realidad no son realmente tan útiles como se cree, al menos en esta parte del mundo.
El tofu es menos saludable de lo que parece.
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A pesar de ser dos alimentos que técnicamente son considerados de origen vegetal, fuera de Asia no son tan naturales, sino que incluyen distintos aditivos y modificaciones en la soja que provocan una fermentación en el intestino grueso, lo que puede provocar una disbiosis o desequilibrio en la microbiota, algo muy perjudicial para la salud. De hecho, el tofu y el seitán comercial son muy malos para celíacos, de acuerdo a científicos españoles del Instituto Universitario de la Carne y Productos Cárnicos (IProCar).
Por otro lado, desde La Nación citaron a Mario Estévez García, uno de los autores de la investigación. Este experto sostuvo: “Tanto el tofu como el seitán de los principales supermercados entran en la categoría de ultraprocesados”. Más allá de que fuera de Asia no mantienen su origen vegetal, ya se probó que incluso es más dañino para el intestino que la carne y que no logra la sensación de saciedad, entre otras cosas.
Según explican, estos investigadores analizaron la digestión de estos alimentos y realizaron una comparación. Por un lado, la carne roja presenta una alta digestibilidad y el 50 % de la proteína cárnica se digiere de forma lenta en el estómago (logra saciedad). Mientras tanto, el tofu y el seitán ultraprocesado presentan una escasa digestibilidad, por lo que no genera sensación de saciedad. Además, estos productos se elaboran con gluten y trigo, lo que puede generar que el intestino se inflame y las personas (sobre todo celíacas) sientan dolor.