Son horas difíciles para Ryan Giggs, actual seleccionador de Gales, tras el escándalo que produjo una denuncia en su contra de parte de su novia, Kate Greville, por supuesta agresión.
El exjugador, una leyenda del Manchester United, fue arrestado, interrogado y liberado bajo fianza por "sospecha de lesiones corporales reales y agresión", cuando, en la madrugada del pasado domingo, la mujer pidió apoyo de la policía desde la lujosa residencia del estelar galés.
Giggs emitió un comunicado en el que dijo que "está cooperando con la policía y continuará ayudándoles con su investigación en curso", sin agregar más detalles.
Sin embargo, la Federación de Gales ya tomó una primera decisión: apartarlo de los próximos tres partidos del equipo, un amistoso con Estados Unidos en Swansea, el próximo jueves, y dos partidos de la Liga de Naciones, ambos en Cardiff, contra Irlanda y Finlandia.
"La Asociación de Fútbol de Gales y Ryan Giggs han acordado mutuamente que no participará en el próximo campamento internacional. Nuestra prioridad inmediata acordada es preparar al equipo para los próximos partidos internacionales... Robert Page, con el apoyo de Ryan, se hará cargo de los próximos tres partidos contra Estados Unidos, la República de Irlanda y Finlandia con el apoyo de Albert Stuivenberg", informó la entidad.
La situación de Giggs recuerda a otro escándalo registrado con un entrenador nacional, Hernán 'Bolillo' Gómez, quien dejó de ser entrenador de la Selección Colombia en 2011 tras protagonizar una agresión a una mujer en un sitio público en Bogotá.
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