América de Cali empató 1-1 contra Corinthians, en un partido que supo a derrota por la manera comos e desperdició la ventaja y se comprometió el liderato del grupo C de Copa Sudamericana.
Después de un triunfo en casa de Racing de Uruguay que fue incontestable (1-3), la necesidad era superar al que, en el papel, es el gran enemigo en un campeonato en el que solo avanza el primero de cada zona. Y no se logró.
El rojo se adelantó con un lindo gol de Luis Ramos, pero a los 81 Mateuzinho empató el juego 1-1 e inclusive pudieron los brasileños sacar más ventaja y dar un golpe peor.
Y las miradas apuntan en una sola dirección a la hora de buscar culpables: el técnico Jorge 'Polilla' Da Silva. Sus cambios no surtieron el efecto esperado y los vicios del pasado reaparecieron. Pero, '¿cuáles son sus culpas, realmente? Ojo al resumen:
1. ¿Cambios por necesidad?
La queja más fuerte de la afición fue por los cambios de Vergara y Balanta, dos de los mejores hombres en el primer tiempo. Sin embargo, el DT explicó que ambos pidieron el cambio tras sentir molestias físicas, especialmente Balanta. La idea del DT fue reemplazar a su hombre clave en el medio por Leys, quien no venía bien en estas últimas semanas y fue una sombra que no aportó a la hora de asegurar su sector. No es culpa del jugador, que venía además de problemas físicos, sino del jefe que lo sabía y lo arriesgó.
América de Cali vs Corinthians: Copa Sudamericana 2025.
Foto: Juan Pablo Rueda | EL TIEMPO
2- Carrillo evidenció mala lectura del juego
El gran problema sin solución para el DT fue Carrillo, el jugador que reactivó el ataque y que hizo pedazos la banda, sin que 'Polilla' encontrara solución en tiempo ni en modo: los cambios entraron demasiado tarde, Leys no era solución en el medio y se sabía y si bien Vergara pidió el cambio era claro que había que fortalecer esa punta sin él, para evitar la proyección del hombre que fabricó la igualdad. No se hizo y esa falla cantada se paga y duele pues el rival venía sin seis jugadores de los habituales de Ramón Díaz. Para ellos fue un gran negocio el punto, para el local fue casi una derrota.
3- El agotamiento físico se pagó caro
Otra vez el América acusó cansancio en el segundo tiempo y ya parece, en Liga y en Copa, un tema crónico. El triunfo se escapó a los 81 minutos y era el rival crítico, al que no se podía perdonar jugando en casa. Dirán que hubo mala fortuna y es verdad, pero esa no es la única razón. El agotamiento del 2024 fue un fantasma que reapareció y no se corrigió pues descansaron los titulares contra Once Caldas, vino una goleada y ya en Copa ese sacrificio pareció insuficiente.
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