Independiente Santa Fe vuelve a la Copa Libertadores y esa ya es una gran noticia. Ahora hay que mantenerse.
El equipo 'cardenal' entró por la vía de la reclasificación y gracias a una campaña 2024 de muchos puntos, de una final y una clasificación a cuadrangulares de Liga Betplay, una invitación constante para ilusionarse.
Sin embargo, ahora lo que tiene es una responsabilidad enorme y es borrar un amargo momento de su última amarga experiencia.
A construir nuevos recuerdos
El rojo está de vuelta en la Copa Libertadores después de cuatro años, ahora en una fase 2 contra Iquique, llave que comenzará este martes en territorio chileno.
Y en ese momento el recuerdo no fue bueno: vale decir que eran tiempos de pandemia, pero también que el balance estuvo muy por debajo de lo esperado.
El gran obstáculo fueron los viajes: Santa tuvo que enfrentar en Armenia a Fluminense, en Paraguay a River Plate y en Ecuador a Junior de Barranquilla, con solo 2 puntos en la cuenta, producto de las igualdades contra argentinos y barranquilleros.
Santa Fe terminó de último del grupo D con 3 puntos, sin ninguna victoria, con 4 goles marcados pero 7 encajados. Y eso no fue lo peor: en la quinta fecha cayeron contagiados de coronavirus los porteros Franco Armani, Germán Lux, Enrique Bologna y Franco Petroli, por lo cual el capitán Enzo Pérez se puso el buzo y los guantes y sostuvo la victoria 2-1, que se aseguró con goles de Fabrizio Angeleri y Julián Álvarez u descuento de Kelvin Osorio.
"Seguramente se va a hablar mucho de este partido", decía Enzo. Poco después se fue el técnico cardenal Harold Rivera, el equipo bogotano tuvo una de sus más pobres presentaciones en una Libertadores y pasaron cuatro años hasta que pudo regresar al certamen.