Santa Fe quedó golpeado luego de quedar eliminado de la Copa Libertadores, sin opción de avanzar siquiera a la Copa Sudamericana, y tuvo una semana para el olvido. No fue el qué, fue el cómo y las circunstancias: perdió 2-1 con River Plate, un equipo que no pudo hacer cambios y tenía un jugador de campo como arquero.
Ese balde de agua fría, ese cachetazo, aterrizó al club bogotano de que debe tener cambios de fondo y de forma. Por ahora, su entrenador, Harold Rivera, continúa en el cargo y cuenta con el respaldo en caso de sentirse apto para continuar su proceso.
El primer paso deberá ser justamente confirmar el cuerpo técnico. Harold Rivera puede continuar, o avisar que no quiere seguir. Lo prioritario es tener confirmado un entrenador y de ahí, partir de una idea.
Luego se planteará cuáles son las posiciones a reforzar. Es claro que el ataque necesita caras nuevas y eso lo tienen claro en el club albirrojo. La idea para el segundo semestre es fichar jugadores con recorrido, para guiar el proceso de algunos juveniles, que les falta trabajo para consolidarse.
Además, hay que confirmar qué jugadores se quedan y cuáles se van. En principio, Jeisson Palacios deberá volver a Alianza Petrolera, pues se acaba el vínculo y no se haría uso de la opción de compra. Lo mismo pasa con Sherman Cárdenas. Además, se les acaba el contrato a Carlos Mario Arboleda y a Luis Manuel Seijas; ambos ya habrían tomado la decisión de irse y buscar nuevo equipo.
Así, Santa Fe espera haber aprendido la lección luego del ridículo contra River Plate y que le sirva como experiencia para fortalecer su equipo y cambiar su imagen.
