Boca Juniors realizó el domingo una presentación formal ante la Conmebol para solicitar suspender la final de la Copa Libertadores contra River Plate, informó el club en un comunicado.
La final fue suspendida el sábado después de que un grupo de hinchas apedreó el bus que trasladaba a la delegación de Boca y provocó heridas a varios futbolistas.
El capitán Pablo Pérez y el juvenil Gonzalo Lamardo debieron ser trasladados a causa de la agresión a un centro médico y no recibieron los permisos para jugar.
"Boca solicita la suspensión del partido, así como la aplicación de las sanciones correspondientes previstas en el artículo 18", indicó
Boca en el comunicado oficial.
Dicho artículo del reglamento de la Conmebol considera distintas sanciones a los clubes, tales como advertencia, multa, jugar a puertas cerradas o descalificación.
El equipo "xeneize" señaló que pretende que la final se juegue en "condiciones de igualdad, tal como se firmó ayer en el estadio Monumental", lo cual considera que no es posible sin sus futbolistas heridos.
El sábado ambos clubes acordaron postergar el partido para el domingo, aunque la Conmebol pretendía que se disputara como estaba programado.
Sin embargo, Boca realizó nuevos controles el domingo a sus futbolistas y decidió realizar el pedido al principal organismo del fútbol sudamericano, "luego de haber constatado las consecuencias que han generado en el plantel".
La Conmebol no se ha expresado al respecto, por lo que el partido continúa programado para las 17.00 hora local.
Los dos clubes protagonizaron un incidente similar en la Libertadores 2015, cuando los hinchas "xeneizes" arrojaron gas pimienta a futbolistas de River, hecho que llevó a la descalificación del local de la competencia.
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