Es centro de críticas, es el equipo al que muchos, en su propio país, le encuentran peros para bien y para mal, es el favorito de los memes. Y es también el mejor de su cuadrangular en Liga Betplay I y el líder del grupo D de Copa Libertadores. En tu cara, dicen desde Barranquilla.
Lo raro es que en el camino tiene una extraña costumbre de jugar con fuego, de complicarse y de obligar a sus fieles hinchas a comerse las uñas y a terminar, en no pocas ocasiones, pidiendo tiempo.
¿Ejemplos? En Liga clasificó séptimo, con los mismos 29 puntos del eliminado Independiente Medellín, cuando había estado en al parte alta y por una mala racha se enredó y tuvo que esperar hasta la última fecha de la ronda todos contra todos. Por suerte en los cuadrangulares le ganó con autoridad a Millonarios y sumó un punto en su visita a Bucaramanga y eso tiene a los hinchas ilusionados con la estrella 11 en el año del centenario.
Y en Copa Libertadores no ha sido tan distinto: del fabuloso 1-3 contra Botafogo en sueño brasileño pasó a magros empates contra Universitario y Liga de Quito (ambos por 1-1) en Barranquilla, pero este martes se recuperó de nuevo como visitante, sumó tres puntos de oro en Quito y es líder de su zona, con un pie y medio en octavos.
¿Por qué? Porque si Botafogo vence a Universitario, este jueves en Lima, automáticamente el conjunto caribeño y el brasileño clasificarán a la siguiente fase. Desde la comodidad de os 9 puntos no debería tener problemas. Pero es Junior y tiene una fascinación por tentar al destino.
Goles son amores
La gran fortaleza es que, como la mascota oficial, Junior tiene muchos dientes: es un equipo con pegada, con goles a granel, con hombres punzantes al ataque como Enamorado y definidores letales como Bacca, con media distancia y con una precisión en el pase, que perfora todas las defensas. Con festejos maquilla fallas y eso se lo envidian en el país y en el continente.
Y después está la figura de un arquero 'gana partidos' como Santiago Mele, que lo corrige todo, lo resuelve todo, lo soporta todo. Contra Liga fue absolutamente impecable, con una calificación de 8,3 para ser una de las figuras. Pero no ha sido la única vez y por los suyos duermen tranquilos.
Mele, Liga de Quito vs Junior
Foto: Sofascore para Futbolred
Pero no es solo eso: partidos como el de Quito demuestran que Junior ha aprendido, sin duda a fuerza de golpes, a jugar instancias definitivas. Empezando por el tan criticado Arturo Reyes, a quien el plan contra Liga (0-1) y Bucaramanga (0-0) le salió a la perfección: no es que atacar con dos 9 o con hombres como Chará o Enamorado signifique exponerse y dar espacios en defensa, es que en ellos empieza la tarea defensiva y que, bien o mal, la sienten como responsabilidad. Así se aguantaron los últimos resultados, porque a veces por lucir se olvidan de sumar y eso, a esta altura de la doble competencia, es lo fundamental.
Lunares inocultables
El tema es que esa estrategia medio suicida de apostar tanto a la resistencia puede, en cualquier momento, pasar factura. Los hinchas se comen las uñas y saben que, en cualquier pestañeo, puede pasar del júbilo al meme sin escalas.
Y es que por momentos se ven algunos hombres imprecisos y tal vez livianos cuando asumen algunos roles y a esta altura ha varios que acusan cansancio: no es fácil apostar - para muchos especular- con un gol que hay que defender todo un partido. El problema es que el segundo equipo no ha dado la talla cuando se le ha llamado al orden y los titulares han tenido que hacer frente a todo, con lo cual este ritmo hay que mantenerlo sí o sí. Pro eso se ven agotados los Peña, Moreno, Olivera, Cantillo y demás y por eso a veces un marco Pérez no luce mucho. Unos muy titulares, otros muy suplentes. Y eso tiene sus peligros.
Finalmente, hay quienes se han concentrado las fallas defensivas en un hombre: Gabriel Fuentes. Contra Liga no pudo evitar los constantes centros buscando Michael Estrada y Álex Arce y esa poca resistencia se la achacan a él: muy ofensivo, muy crack al ataque, pero como defensor también debe cumplir lo fundamental.