Yony González encendió las alarmas este fin de semana, durante el partido que su club, Portimonense, empató 2-2 contra Río Ave por la Liga de Portugal.
El delantero, de 28 años alertó a su equipo el pasado sábado cuando, a los 65 minutos de juego, se desplomó en el césped ante la mirada de preocupación de compañeros y rivales.
El colombiano fue asistido por los médicos del Portimonense y trasladado en ambulancia, lo cual hizo que se vivieran momentos de angustia. El técnico Paulo Sérgio había dicho en la rueda de prensa que el atacante sufrió un golpe en la cabeza en un balón dividido.
Sin embargo, el club confirmó que el jugador fue dado de alta y está ya en su residencia, en compañía de su familia. La agencia EFE confirmó que aún tiene mareos pero no hay síntomas graves.