Luis Díaz ya dejó de soñar. ¿O apenas está empezando? Las dos opciones son válidas: ya pudo confirmar al cien por ciento que está en uno de los mejores equipos del mundo y ahora es cuando el sueño se pone mejor, pues empieza la pelea por la gloria que ya ha empezado a acariciar por obra y gracia de todo su talento.
El guajiro se reportó este martes en la victoria 1-3 de Liverpool contra Benfica, un resultado de visitante que encamina los cuartos de final de la Champions League y lo deja ad portas de otro sueño cumplido: la semifinal del torneo de clubes más importante del mundo.
Díaz fue el mejor jugador de la cancha pues, además de anotar un golazo muy a su estilo, perfilándose hacia un costado y soltando un remate inatajable, se apuntó la asistencia para el gol de Mané, quien en la zona de prensa se acercó para agradecerle y hasta le dio un beso frente a las cámaras.
Los números lo prueban: acertó 35 de sus 38 pases, una efectividad del 92 por ciento, hizo tres dribles completos, un pase clave y ganó tres duelos aéreos (100 por ciento). Sofascore le dio 8,1 puntos de calificación.
Y es que lo del colombiano en Liverpool es así, siempre tan natural, tan fluido, tan cálido en cada entrenamiento y en cada uno de los 13 partidos que ha jugado desde el 30 de enero, cuando se puso la camiseta roja y vino aquel abrazo paternal de Jürgen Klopp que es un recuerdo vívido para él.
Pasaron 65 días y las alegrías no se han hecho esperar: Díaz marcó tres goles y dio dos asistencias que lo convierten en el fichaje estelar del invierno y, probablemente, el acierto más importante de un Klopp que no vaciló a la hora de poner los 45 millones de euros (más 15 en variables) que exigía el Porto por sus servicios.
Díaz pasó de ser un posible relevo de Mané, Firmino, Jota o hasta Salah, a mirarlos a los ojos a todos y hasta ganarles el pulso como este martes, cuando salieron los dos africanos estelares y se mantuvo él, precisamente para el gol que pudo celebrar a los 87 minutos. Ya puede contar que marcó en la Champions League, en la Premier League en Anfield y también de visitante y, un dato no menor, ya ganó un título con su nuevo amor, Liverpool, nada menos que el de la Carabao Cup.
Ahora viene lo bueno: este 10 de abril viene el duelo definitivo contra Manchester City para aclarar el camino al título de la prestigiosa Premier y el 16 un nuevo round contra el mismo rival, ahora por la semifinal de la FA Cup. Sumado a la posibilidad cierta de ser semifinalista de Champions, empieza a ser una carta fundamental ante semejante exigencia.
Díaz sabe que necesita ajustar un par de detalles para que nadie lo despierte de este sueño: necesita mejorar su impacto y precisión en la definición, seguir trabajando en el apoyo en la marca y, lo más urgente, hablar el inglés necesario para comunicarse más directamente con Klopp y no aislarse de buena parte de sus compañeros. Hay tiempo, hay talento y, no menos importante, hay confianza. Todo lo que viene tiene que ser mejor.