Sheriff de Moldavia ha dado una de las grandes sorpresas de la historia de la Champions League. Así, tal como lo lee. En todos los años de la competencia no se produjo una novedad como la de este martes, en pleno Santiago Bernabéu, cuando un equipo que cuesta casi 60 veces que su rival se impuso con autoridad.
Por eso hoy, un día después de la hazaña, todas las reflexiones y los halagos son para la seriedad y la firmeza con la que encararon el encuentro, en el que se destacó el colombiano Danilo Arboleda más que su compatriota Frank Castañeda.
"Es el mejor gol de mi carrera, eso es seguro", decía Thill, el hombre que anotó el tanto para el 1-2 final a los 89 minutos. Y más que eso, resulta un hito para su país pues se convirtió en el primer luxemburgués en marcar en la fase de grupos de la competencia de clubes más prestigiosa del fútbol mundial.
"Jugamos un partido realmente bueno. El equipo fue muy valiente por la forma en que jugamos", decía el hombre de las portadas en España, Moldavia y buena parte de Europa.
Y es que ese gol, ese inolvidable gol, tiene al modesto club, en la primera Champions de su historia, como líder del grupo D, con tres puntos de ventaja sobre el Real Madrid y cinco más que el campeón italiano, Inter de MIlán, y que el Shakhtar, primera víctima en este torneo de ensueño que firman los moldavos.
"Estoy tan lleno de emoción y agradecido con mis chicos por lo que han hecho. Salieron como equipo y nos lo merecíamos", decía, lleno de orgullo, el técnico Yuriy Vernydub.