Aquellos que compraron entradas para ver a Real Madrid pasando angustias contra Borussia Moenchengladbach y hasta firmando su primera eliminación en fase de grupos de la Champions League acaban de perder su dinero.
El equipo de Zinedine Zidane pasó sin despeinarse por encima de su rival y se quedó corto en el 2-0 pues estrelló tres balones en los palos. Terminó, a pesar de las amenazas, como puntero del grupo B, tal como se esperaba, y a pesar de las dudas está en octavos. Sí, volvió Ramos y Benzema está sano... por las dudas.
Ya a los 8 minutos hacía lo suyo el Madrid, un cabezazo de Benzema, al centro de Lucas Vázquez justo al medio de la pasiva marca alemana, y era el 1-0 que anticipaba que no habría angustia en el Alfredo Di Stefano para los de Zidane.
Perdía claridad el de casa y amenazaba el visitante cuando metía una pelota profunda Neuhaus para Plea, quien atacó a espaldas de los centrales -eterno dolor de cabeza del Madrid- pero no logró superar la barrera enorme que suponen las piernas de Courtois en el cierre. Se salvaba, literalmente, el Madrid del empate.
Pero a los 31, la jugada del segundo tanto era casi idéntica a la del primer tanto: centro de Rodrygo esta vez, los centrales la miraban pasar y el arquero sembrado en su arco y era fácil para Benzema el cabezazo.
En el palo se estrelló lo que debía ser gol de Modric y goleada del local a los 37 y a los 42 le anulaban su jugada de gol, a gran asistencia de Benzema, por un fuera de lugar. No era su noche. Tampoco era de la de Inter, que en ese punto seguía sin hacerle daño a Shakhtar (-0) y perdiendo incluso la opción de la Europa League. En cambio el 'Gladbach' era un 'lucky loser', de esos que pierde y gana un poco, pues el empate en Italia lo dejaba en octavos de Champions.
El complemento era una historia repetida, con Benzema metiendo un cabezazo a los 49 que salvó Summer, y Plea desperdiciando los buenos pases profundos que llegaban sin mucha oposición a predios de Courtois.
Lo intentarían Kroos y Rodrygo con sendos remates desde fuera del área, luego aquella opción de cabeza de Ramos, cuyo rebote estrelló Benzema en el palo, y al final el palo de Lucas Vazquez serían las opciones de firmar la goleada... que no había falta la verdad, pues Inter y Shakhtar no se hacían daño y eran los protagonistas en Madrid los que se quedaban con los cupos.
El morbo, el miedo, la amenaza de la primera eliminación en primera ronda de Champions quedó en nada. En la siguiente fase la historia empieza a escribirse de ceros y esta bocanada de aire que toma Zidane, como primero de su grupo, lo convierte, desde ahora, en una amenaza.