David Ospina y Lionel Messi tenían una cita en los octavos de final de la Champions League y l cumplieron. Sin embargo, el Napoli vs Barcelona estuvo lejos de ser el partido reñido, lleno de opciones de gol, que temía el colombiano.
Contra todo pronóstico, fue todo tranquilidad para Ospina el primer tiempo. Alguna aproximación de Messi por el medio que cortarían a tiempo los zagueros y pare de contar.
Fue tan plácida la noche que el primer remate se demoró hasta los 43, un centro Vidal sin mucho peligro, fácil de controlar.
Casi nada pudo hacer Ospina cuando saltó Semedo de la marca y metió un centro perfecto para el solitario Griezmann, quien de frente solo tuvo que fusilarlo, en el 1-1 parcial.
Chocarían Ospina y Messi en una salida rápida del 10 que no pudo aprovechar Vidal, pero que produjo un golpe tremendo entre el portero y el atacante: muy preocupado pareció el argentino, quien se ganó la amarilla por juego peligroso, pero él estaba pendiente de su colega en el suelo.
Al final, una incursión más tuvo Messi corriendo hasta la raya para meter un centro atrás, que Arthur desaprovechó.
La curiosidad es que fue el único remate al arco de Ospina, no hubo más intentos a pesar de tener a Vidal, Rakitic, De Jong, Griezmann y al cierre Ansu Fati.
Messi no contabilizó ni un remate a las manos del colombiano y eso da un saldo a su favor. Pero con todo por decidir en el Camp Nou, todavía noe s hora de cantar victoria.