Manchester City demostró contra PSG que sabe sufrir, que a la par de sus estrellas lucen sus obreros y que con valentía sabe ir a darle vuelta a la nave cuando amenaza con naufragar.
Le pasó contra PSG, que lo amenazó, le hizo un golazo, pero acabó cayendo 2-1 en Etihad Stadium, resultado determinante para decidir el grupo A de la Champions League. La abundancia de caciques y la falta de indios que ha padecido desde siempre el equipo francés.
Pochettino planteó el partido necesario en la primera etapa: teniendo un arsenal ofensivo eligió desactivar primero el vértigo de su oponente, que tuvo varias opciones: entre Kimpembe y Marquinhos sacaron la opción de Mahrez; él mismo disparó por arriba a los 19, a los 32 Gundogan mereció el suyo pero se estrelló rebeldemente en el palo el remate y hasta a Keylor Navas le tocó estirar su humanidad para desviar el intento de Mahrez.
Pero el objetivo del ahorro es jsutamente gastarlo. Y PSG lo hace a manos llenas: un carrusel se armó desde el medio, le pasaron al fin una pelota limpia a Messi -la mejor manera de salir de cualquier problema en la vida- y usando el engaño de Neymar al pasar derecho, hicieron que la pelota le cayera en la banda opuesta a Mbappé, el chico este que tanto se complica a la hora de definir. Golazo. Minuto 50. Nada más que agregar.
Y el golpe al mentón del City tardó en encajarse y las faltas y las salidas amenazantes de los parisinos por poco hacen un segundo daño. Pero vino el error, el otro factor que siempre abre los candados: pálida marca de PSG en el área, espectacular salida por la banda de Walker y centro que sobró a todos menos a Sterling, cuyo puntazo representó el 1-1 parcial a los 63 minutos.
Y entonces la mano de Guardiola: llegó Gabriel Jesus al partido y con él la lalve de la victoria: fenomenal toque en el área le hizo Bernardo Silva y el brasileño definió sin adornos, impecable, ideal para la remontada 2-1, a los 76.
Y ahora fue el PSG el que no logró asimilar ese batacazo, ni con la llegada de Di María ni con la magia de un Messi que parece sufrir los errores de sus compañeros que la marca de sus rivales.
Se fue el tiempo con el balde de agua helada que lanzó el City sobre la costosa nómina francesa y otra vez, el golpe al plan de Pochettino que dispara las alarmas. Triunfo británico para llegar a 12 puntos y clasificarse por el grupo A y dudas para PSG, que se estaciona en 9 unidades y con la fortuna de quedarse con el segundo lugar. A barajar y repartir de nuevo. ¿Con los mismos protagonistas? Veremos.