La histórica eliminación del Barcelona iba a tener consecuencias certeras, para nadie es un secreto. Justamente Gerard Piqué, uno de los símbolos blaugranas, dio la cara después de la derrota 2-8 frente al Bayern y fue directo con sus comentaros.
"Hemos tocado fondo. Si me tengo que ir para que venga sangre nueva, me voy. En Europa no competimos y en la Liga ya no nos da. No se puede enmascarar más", sentenció con dureza el catalán a la prensa.
Pero la autocrítica no paró ahí, lejos de culpar a una persona en especial, Piqué recordó las caídas del pasado en la máxima competición europea: “Vergüenza, no puedo decir otra cosa. No es la primera ni la segunda vez. El club necesita cambios de todo tipo”.
Así pues, se esperan días tensos al interior del conjunto blaugrana.