¡Alivio! Eso fue lo que sintieron en FC Barcelona tras la revisión médica a la que fue sometido el capitán, Lionel Messi, después de terminar golpeado el duelo de octavos de final de Champions league, contra Napoli (3-1).
Faltando solo cinco días para el cruce en cuartos, contra Bayern Múnich, no hay riesgos de que el argentino no esté en la cancha.
El jugador estará con total seguridad en el estadio Da Luz, este viernes, pues las pruebas que se le practicaron en la Ciutat Esportiva de Sant Joan Despí encontraron un hematoma, que requerirá de 48 horas de reposo y terapia de frío.
El temor era que el fuerte golpe que recibió este sábado, en un choque sin mala intención con Kalidou Koulibaly, en el cual el senegalés le impactó el tobillo izquierdo y obligó a que fuera atendido en el campo, encendió las alarmas. Por fortuna para los catalanes la única consecuencia fue el penalti que cobró Suárez y que sirvió para que el FC Barcelona siguiera vivo en al Champions.