"El título de campeón mundial de amistosos no nos interesa. Nosotros lo que queremos es confirmar esto en partidos oficiales", dijo a la AFP el volante Wesley Sneijder.
El seleccionador Bert van Marjiwk es el primer en reconocer que aún no se ha conseguido nada. "Estos buenos resultados no suponen ninguna garantía de buenos resultados en el Mundial", avisó.
El técnico no quiso ser pesimista, pero recordó que no sería la primera vez que Holanda arrasa en las eliminatorias y los amistosos, llega como una de las favoritas al Mundial y termina hundiéndose.
En el país de los tulipanes, la vivencia de la Eurocopa-2008 aún está en el mente de muchos hinchas.
Tras una preparación casi perfecta, el equipo entonces dirigido por Marco Van Basten quedó apeado del torneo en cuartos ante Rusia (3-1), después de arrasar en la fase de grupos, en la llave teóricamente más fuerte: Italia (3-0), Francia (4-1) y Rumania (2-0).
"Hemos aprendido de aquella experiencia, sobre todo en lo que se refiere a cómo afrontar un torneo en el plano físico", asegura Sneijder.
"Sobre todo, ahora todos tenemos más experiencia. Jugamos juntos desde hace seis años. No voy a decir que es ahora o nunca cuando seremos campeones, pero es un buen momento para conseguirlo", apuntó.
Van Marwijk apunta en la misma dirección, asegurando que toda la preparación fue "pensada para que los jugadores alcancen su plenitud de forma durante el torneo y no antes".
"Tras nuestra concentración en altitud (en Austria), seguimos a más de 1.500 metros (en Johannesburgo). En el plano físico, creo que es un punto a favor", avanzó el director técnico neerlandés, rechazando las especulaciones sobre si ha sido un acierto o no preparar el Mundial en los Alpes.
Para el entrenador 'oranje', el buen juego y los resultados de los amistosos ha servido sin duda para mejorar la autoestima y la confianza de su grupo de 23, en un país demasiado acostumbrado a decepcionar en las grandes citas.
"Nuestra confianza es un aval, a no ser que se transforme en un exceso de arrogancia", alertó Van Marwijk, insistiendo, como si se tratara de una obsesión, en ejemplos del pasado donde ese sentimiento de superioridad terminó con una dolorosa caída.
JOHANNESBURGO, AFP .
