Capello, un trabajador empedernido del fútbol, estableció una vara muy alta como objetivo de Inglaterra en la cita africana. "Para mí, no llegar a la final sería un fracaso", comentó el ex entrenador del Real Madrid a la prensa de su país.
La consigna no parece tirada al azar por un hombre que maneja estadísticas y números tan bien como la táctica a aplicar en cada partido, pero que es un ganador nato que jamás se conforma con el segundo puesto.
La razón podría ser que ningún DT extranjero logró triunfar en Copa Mundial, aunque el austriaco Ernst Happel, con Holanda, en 1978, y el inglés, George Raynor, con Suecia en 1958 estuvieron cerca, al perder en la final 3-1 en alargue frente a los argentinos y 5-2 contra los brasileños, respectivamente.
Otros también se acercaron, como el brasileño Luiz Felipe Scolari con Portugal en 2006 o el holandés Guus Hiddink con Corea del Sur en 2002.
Pero el duro Capello tiene la fórmula para hacer historia por duplicado. "Con la psicología. Hablando mucho, poniendo reglas, devolviendo a todos el orgullo de esta camiseta. Cuando llegué veía a jugadores apagados, asustados, sin ningún sentido de grupo", confió el italiano.
Así cambió la actitud del gigante Inglaterra. "He apretado las tuercas, he impuesto seriedad y el grupo se ha convertido en cemento", machaca el técnico de 63 años.
Además de Capello, otros 11 colegas tendrán chance de romper el maleficio en Sudáfrica.
JOHANNESBURGO, AFP .