El equipo de Pep Guardiola, ahora llamado el "Pep Team", es esperado en el aeropuerto de El Prat a las 18H00 (16H00 GMT), y recorrerá en un autocar descapotado las principales calles de Barcelona hasta el estadio del Camp Nou para celebrar su triplete histórico (Copa, Liga y Champions).
Decenas de miles de aficionados "blaugrana" son esperados en medio de un imponente dispositivo de seguridad a lo largo del recorrido para ovacionar al equipo de Messi, Xavi, Iniesta y Eto'o.
Salvo la persistencia de algunos bocinazos celebrando la victoria de la víspera del Barça ante el Manchester por 2 a 0, la atmósfera era de calma en el centro de esta ciudad en la que algunos vecinos comienzan a manifestar su hartazgo después de tres semanas de celebraciones repetidas con zarandeos nocturnos.
Los 100.000 "culés" en pleno delirio que celebraron toda la noche el triunfo de su equipo volverán a cobrar fuerza y animación por la tarde y a ellos se sumarán los más de 50.000 irreductibles que se habían desplazado a Roma y que fueron regresando entre la noche y la madrugada, sin incidentes.
Las celebraciones estuvieron salpicadas de violencia. Un centenar de aficionados radicales cometió vandalismos en la madrugada contra el mobiliario urbano, destruyendo farolas, cabinas telefónicas y paradas de autobuses.
La policía regional debió intervenir lanzando gases lacrimógenos y balas de caucho según la prensa. Un total de 119 personas fueron detenidas y 153 resultaron heridas, según la policía.
La alcaldía de Barcelona valoró en unos 100.000 euros los daños, aunque señaló que fueron menores que en 2006, después de la victoria del Barça en Liga de Campeones, contra el Arsenal en París.
AFP
