La foto, tomada por el sitio oficial de la AFA, se viralizó de manera incontenible: en la escena aparecen Lionel Messi y Carlos Tévez a pura carcajada durante una de las prácticas del seleccionado argentino en Londres.
Cerca está Biglia, que explicó el momento: "Nos reíamos de la práctica entre los arqueros. Chiquito (Romero) le tiraba a Willy (Caballero) para hacerle los goles. Y Willy le pateaba para que la atajara. Nos causaba gracia. Cuando volvimos tenía un montón de mensajes de mis amigos en el teléfono; me decían 'mirá cómo quieren prensa esos dos'. 'Carlitos' se incorporó bien, ya conoce a la mayoría por haber estado en ciclos anteriores. Se va a adaptar rápido al sistema del entrenador. En el grupo se lleva bien con todos, se conoce con la mayoría desde los juveniles. Lo importante es que pueda dar acá lo mismo que en Juventus. Con ese nivel puede hacer diferencia".
'La Pulga' y 'el Apache', todo un tema
Ya no son dos niños, pero ambos, aun con las oscilaciones propias de toda carrera, tienen momentos de plenitud, de mucho fútbol y talento en sus piernas. Todavía el futuro les pertenece, si bien a sus espaldas va quedando una trayectoria considerable, importante. Siguen generando expectativas, ilusiones, cada uno tiene admiradores incondicionales y también críticos implacables. Uno es introvertido, cuesta saber qué le pasa en determinadas circunstancias, y el otro tiene carisma popular, está bendecido por el ángel de la calle.
Lionel Messi (27 años) y Carlos Tévez (30) vuelven a quedar bajo el paraguas del seleccionado argentino luego de más tres años de ir cada uno por la vereda del sol de sus clubes. Será decisión de Gerardo Martino determinar cuántos minutos compartirán en la cancha en los amistosos ante Croacia (mañana) y Portugal (el martes próximo) en esta gira por Inglaterra, donde el invierno se apura en llegar, especialmente con anocheceres de bajas temperaturas.
También será función del 'Tata' encontrar la manera de que se complementen, de que se potencien, luego de experiencias en el pasado en las que quedaba toda la sensación de que se superponían, no se encontraban. Como si cada uno jugara su propio partido. Dos delanteros explosivos, pero con diferentes químicas.
Con información de Canchallena.com