A Lunari solamente le bastaron seis meses vestido con la camiseta azul, entre enero y junio de 1996, para convertirse en referente de los aficionados albiazules, que ahora 18 años después lo ven como el revulsivo para buscar salir de la crisis de resultados que tiene el club y que tuvo como consecuencia la salida del entrenador español Juan Manuel Lillo.
Muchos de los seguidores azules del pasado -de los que hoy tienen entre 35 y 50 años o una mayor edad- lo tienen en su memoria, recuerdan los goles valiosos que le anotó a Atlético Nacional en instancias definitivas del torneo del fútbol profesional colombiano y también el subcampeonato que los puso a festejar en esos tiempos. Mientras tanto, los aficionados más jovenes solamente tienen referencia de Lunari por los comentarios de sus padres, tíos o amigos de la famlia que vieron al argentino con la camiseta número 7 a la espalda.
Para reforzar ese concepto elaborado por el voz a voz de la gente, también consultamos a excompañeros e integrantes del cuerpo técnico de los azules y también a periodistas de Argentina y Chile, en donde el hoy DT jugó con Newell's y con la Universidad Católica, respectivamente.
Gracias a su calidad y a sus 10 goles en ese semestre, el volante de creación argentino, nacido el 6 de febrero de 1970 en San José de la Esquina (Santa Fe), se ganó además elogios de la prensa y de paso, se hizo un hombre indispensable para Miguel Augusto Prince, técnico del tradicional equipo bogotano. Según el estadígrafo Carlos Forero, Lunari jugó 36 partidos y sumó 3.090 minutos en ese primer semestre del 96.
“Ricardo siempre fue tranquilo, calmado, con personalidad y buena persona dentro y fuera de la cancha. Nosotros hicimos una buena amistad y ahora esperemos que le vaya bien”, le dijo a Futbolred.com Bonner Mosquera, compañero del argentino en esa plantilla de Millonarios de 1996, al ser consultado sobre el ahora entrenador del equipo.
En ese entonces a su llegada a Bogotá, Lunari siempre mostró su profesionalismo desde el primer día en el que pisó la sede deportiva de los albiazules. Así lo confirmó el profesor Rafael Baracaldo, preparador físico y mano derecha de Prince, quien contó: “Ricardo siempre se preparaba bien. Daba ejemplo a sus compañeros, que le tenían respeto y en algunos casos admiración. Y los resultados de esa buena preparación, se veían finalmente en la cancha”.
Para tener un recordado paso por Millonarios, también hay que tener en cuenta que antes ‘el Monito’, como le dicen algunos de los amigos y amigas que dejó en la capital de nuestro país, ya había pasado por clubes como Newell’s Old Boys, en el que debutó profesionalmente (1991/92), Universidad Católica (1993), de Chile, y Atlas y Puebla (1994 y 95), de México.
Lucas Vitantonio, periodista del diario La Capital de la ciudad de Rosario (Argentina), afirmó: “Lunari fue uno de los jugadores preferidos de Marcelo Bielsa cuando coincidieron en el club. Él era de gran despliegue, con sentido colectivo, de buen trato de la pelota, inteligente, con gol y aunque en Newell’s no es de los 10 ídolos de la historia, sí es recordado en forma especial por la hinchada”.
Aparte de conjunto azul, Lunari Del Federico también marcó huella en la U Católica chilena. “Él es un gran ídolo acá. Es querido y recordado por siempre”, comentó Carlos González Lucay, del periódico La Tercera.
Defendiendo los colores del equipo ‘embajador’ compartió nómina, entre otros, con hombres como Eddy Villarraga, Flaminio Rivas, Rodolfo Rosero, Osman López, Raúl Ramírez Gacha, Yesid Mosquera, Jhon Mario Ramírez, Marcio Cruz, Álex Daza y Harry Castillo.
Ricardo Lunari sigue manteniendo esa idea de fútbol bien jugado, de toque de pelota y ofensiva, tal y como lo expresaba cada vez que saltaba a la cancha durante más de dos décadas de carrera profesional, que también tiene registrados pasos por Unión Salamanca, de España, SC Farense, de Portugal, Almagro, de Argentina, Oriente Petrolero, de Bolivia, Estudiantes, de Venezuela, y el Club Centenario, de su país.
Ahora en pleno 2014, Lunari vuelve a Millonarios en calidad de técnico para mantener y hacer crecer ese sentimiento de admiración con los aficionados. En febrero de 2009 cuando fue invitado al lanzamiento oficial de la camiseta para esa temporada, el argentino expresó en entrevista con Futbolred.com el placer que sentía al llegar a la capital colombiana. “Venir a Bogotá es estar en un lugar en el que la gente me hace sentir su cariño y me aprecia mucho. Junto a la U. Católica, son los clubes más importantes para mí”.
El técnico extranjero tiene en su camino la oportunidad de hacer crecer esa admiración de los aficionados, que anhelan un cambio en los resultados y en el fútbol del equipo de sus amores de cara a las 10 fechas restantes de la Liga II, en las que los azules tienen que enderezar su camino y clasificar a la fase de cuadrangulares.
Óscar Ostos
Editor Futbolred.com
oscost@eltiempo.com
En Twitter: @oscarostos
