Su choque fue mucho más traumático que el que lo alejó de las canchas el año anterior, tras una lesión de rodilla con el Cúcuta Deportivo. Seguramente, marcará su vida. Yamilson Rivera es de cuna humilde, perfil bajo e introvertido fuera de los campos. Pero alegre y escurridizo dentro de su habitad, las canchas.
Con el balón no ha sufrido un descontrol como el que padeció el pasado martes, cuando a bordo de un Mazda Allegro, embistió, accidentalmente, a un transeúnte, quien minutos después perdió la vida. No obstante, el joven tumaqueño de 22 años se ha revestido de fortaleza. Sabe que su visible nostalgia no puede frenar su deseo de convertirse en un reconocido jugador y sacar a su familia de la pobreza.
"Aún no le he podido regalar una casa a mi mamá, pero cubro todos los gastos del hogar... Pago el arriendo, los servicios, hago el mercado y todo lo de la casa", cuenta Rivera, con la nobleza que siempre exterioriza, y agrega: "mi mamá trabajaba en casa de familia y también en un restaurante... Llegaba con las manos cortadas. Algo muy duro".
Paradójicamente, justo ahora que es todo un profesional, que permanece más tiempo en las concentraciones y que su camino parece alumbrarle, vio por primera vez cómo una persona perdía la vida trágicamente. "En el barrio en el que vivía (Manuela Beltrán) he visto morir a muchos compañeros. Todos entrenábamos en la escuela de un 'profe' de apellido Bernal, en Marroquín, pero la mayoría cogieron malos pasos y los mataron" recordó Rivera, quien vivió desde los 2 años en dicho sector. "Llegamos a un lotecito y recuerdo que mi papá tenía que pagar 10 mil pesos de arriendo", agrega.
Los pitazos que indican el final de un partido o un entrenamiento, parecen ser notas fúnebres para Yamilson Rivera. "Me ha servido mucho estar rodeado de una familia como la del América. Siempre procuran mantenerme ocupado, pero cuando estoy solo, se me viene esa imagen a la mente", cuenta el mediocampista sobre el choque, al tiempo que agrega: "Mis abogados me dijeron que no hablara del tema. Sólo quiero decir que es muy doloroso porque nadie quiere que le pase eso. No puedo creer que le haya quitado la vida a alguien, pero no fue mi intención".
Yámilson, sólo quiere que los únicos choques que se vuelvan a presentar en su vida sean por la disputa de un balón, de esa bola que lo ilusiona. "Me crié con el fútbol gamín, jugando en la calle, con piedras, y mi sueño es jugar en el Milan", cerró.
El Dato
Yamilson Rivera nació el 19 de junio de 1989, y ha jugado en Unión Magdalena, Cúcuta y América.
Oscar Javier Ostos Mayorga
Subeditor de Deportes