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Edoardo Bove, jugador de la Fiorentina, se desplomó el pasado fin de semana en el partido contra Inter de Milán y aunque el mediocampista se encuentra recuperándose, no tendría segura su regreso a las canchas jugando para el conjunto violeta.
De las opciones que se maneja para el problema cardíaco de Bove, es que le implanten un desfibrilador, pero al someterse a ello, se arriesgaría su no permanencia en Fiorentina ni en otro club de la Serie A de Italia por reglamento.
La norma es que un futbolista que tenga un desfibrilador, no puede competir en aquella liga, así que su salida de la Fiorentina y del fútbol italiano estaría casi que segura.
De acuerdo a información del diario ‘La Reppublica’ de Italia, Bove dio el visto bueno para que le implanten el artefacto, pues es prioridad salvar su vida ante este desplome en un partido de alta exigencia.
La implantación del desfibrilador sería este viernes, dado que Bove ya tiene nivelado el ritmo cardíaco, pero lo tienen en constante seguimiento para que los especialistas puedan tener controlada la situación.
De esta manera, Edoardo Bove no podría volver a competir en Italia y deberá buscar otra liga que admita a un futbolista de alto rendimiento jugar con desfibrilador y este caso recuerda al danés, Christian Eriksen, quien sufrió algo similar en la Euro 2020, pero tuvo que dejar Inter de Milán y ahora se encuentra en la Premier League jugando para el Manchester United.