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James y Reinaldo RuedaFoto: Tomado de Instagram @jamesrodriguez10 @fcfseleccioncol
Por:
Jenny Gámez
01 de junio 2021, 05:53 a. m.
Por si hiciera falta tensión en la polémica entre James Rodríguez y Reinaldo Rueda por su ausencia en la Selección Colombia, Everton roció un poco de combustible y, literalmente, todo ardió en llamas.
Un comunicado del club británico acabó desmintiendo al entrenador nacional, quien horas antes había explicado todo lo que tuvo en cuenta para tomar una decisión impopular pero necesaria.
¿Cuáles son los puntos radicales de diferencia? ¿En qué momento se rompe la comunicación de los expertos médicos de un club y una selección, se habla públicamente de la salud de un jugador y se pasa de las opiniones a las descalificaciones? Lo repasamos:
La lesión de James
"Aunque James se perdió los dos últimos partidos de la campaña de la Premier League del Everton debido a la recurrencia de una lesión en la pantorrilla, Donachie dijo que no le preocupaba el estado físico del jugador y que podría haber jugado algún papel en los próximos partidos de clasificación para la Copa del Mundo de su país".
Habla de Danny Donachie, director médico de Everton, quien explicó: "Fue una lesión muy pequeña al final de la temporada y no tuvimos ningún problema con la incorporación de James a Colombia".
Para Reinaldo Rueda, en cambio, el tema era mucho más que un 'little problem' pues requiere “cicatrización de una lesión reincidente en el mismo lugar... readaptación a competencia, la preparación para un torneo de la exigencia de Copa América con una frecuencia de juegos continuos. La Selección requiere del James del que todos nos enamoramos... la Selección lo necesita cuando esté al 500% porque al 100% no es suficiente”.
El 'teléfono roto'
“Esperaba (James) jugar en las dos eliminatorias [el 4 y 9 de junio] y la única discusión que tuvimos con la Federación Colombiana de Fútbol fue si era una buena idea o si sería más prudente prepararlo para el torneo. Decidimos colectivamente que sería mejor para él no jugar en los dos partidos de la Copa del Mundo, entonces estaría absolutamente listo para el inicio de la Copa América y podría jugar todo el torneo sin problemas", dijo Everton en su comunicado.
¿Colectivamente? El DT Rueda habló de otra cosa: "Le dije que tomaba la decisión de desafectarlo de la convocatoria para que hiciera la recuperación como corresponde, con los términos, tiempos prudentes y su readaptación a la competencia para que quizás pueda disfrutar de una pretemporada completa y poderlo tener en próximas fechas”, argumentó. Y dejó en el aire otra frase más: "evaluando todas las situaciones que se le han venido presentado este semestre”... Eso que para Everton es "en camino de recuperación", para la Selección no es tan así.
La fecha de regreso
"Luego de "buenas comunicaciones" entre el Everton y los departamentos médicos de Colombia, se decidió que era más seguro esperar el inicio de la Copa América, para que James pudiera completar su rehabilitación", dijo el club. Parece, a primera vista, una decisión conjunta. En la práctica no lo fue.
"Esto de los términos de tiempo es muy relativo. Creo que otras experiencias nos han enseñado: la ansiedad, el deseo del jugador de siempre estar acá, encontrarse con sus compañeros, aportar todo su talento para la Selección. Todo eso hace que se den estas situaciones, uno como entrenador, de forma inconsciente, precipita esas reapariciones y después las consecuencias las hemos visto en otras situaciones", dijo Rueda.
Y en otro momento explicó el DT: "Por eso la decisión de que debemos cuidarlo, sabemos de la importancia que tiene James para la Selección y el futuro nuestro, inmediato, de los futuros juegos que se nos vienen, como se lo expliqué a James. Los tres de de septiembre, los tres de octubre, los dos de noviembre, los dos de enero".
¿La Copa América de la que habla Everton? Eso es ahora mismo, en junio, muy lejos de los términos de Rueda.
La descalificación
La parte antipática del comunicado de Everton pasa por una opinión que no se compadece con los médicos de la Selección Colombia: “he visto las pruebas realizadas por Colombia y no hay nada en ellas que diga que no va a estar en forma para esa competencia. Acordamos que estaría en plena forma, sin preguntas, para el inicio de la Copa América. Hablamos sobre su rehabilitación y acordaron continuar con el proceso, pero nunca tuvimos la menor duda de que estaría en las mejores condiciones a tiempo para el torneo".
Para Rueda el escenario fue diferente y se basó justamente en las opiniones de esos mismos expertos que hoy dejan entrever que en el país se dicen cosas que no son.
Al entrenador vallecaucano le queda una tranquilidad: "Prefiero sacrificarlo ahora y no tenerlo con todo su potencial como ha venido sucediendo en los últimos torneos y como lo ha sufrido en su club".
Es innegable, y ni el propio club puede desmentirlo, que el final de temporada de James estuvo lejos de las expectativas de todos. ¿O eso también se va a negar? Es una pena todo, tan expuesto y tan contradictorio. Al final el jugador, el club y la propia Selección Colombia defienden su versión mientras el talento se desperdicia y el cruce de declaraciones, innecesario por demás, gana la batalla de la contradicción.