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El mercado del fútbol tiene sus caprichos: todos llegan por buenos y se van por perdedores. Pero en esa puja solo pierden los jugadores y a veces los clubes, pues los intermediarios son de la familia Zapata: las que no ganan las empatan.
Uno de los casos más curiosos hoy, cuando se cumplen casi dos meses sin fútbol prácticamente en todo el mundo, esos casos de jugadores muy costosos pero que no acaban de llenar las expectativas salen a la luz, no por razones deportivas sino estrictamente económicas: ¿cómo pagarlos ahora que no hay dinero?
El tema tiene al Arsenal con los pelos de punta. Su problema se llama Nicolás Pepe, un jugador que fue fichado por 5 años a cambio de 76 millones de euros, pero que hasta hoy no ha dado resultado... muchos creen que ya no lo dará.
Su gran empresario logró un impresionante contrato que ahora, en medio de la crisis por el coronavirus covid-19, que obligó al equipo a negociar rebajas salariales con los jugadores (todos menos Ozil), podría obligar a la venta de hasta seis jugadores para pagar lo que se está debiendo.
El negocio indica, según Bleacher Report, que se debían pagar cinco cuotas al Lille, de las cuales casi todo está pendiente. Por eso, asegura la fuente, es necesario poner jugadores en la vitrina. Y en la lista aparecen el capitán Pierre-Emerick Aubameyang, Alexandre Lacazette y el conflictivo Mesut Ozil, para empezar.
Arsenal sabe que la dramática disminución de ingresos por derechos de televisión y taquillas condicionará el próximo mercado y no está seguro de cuánto podría ingresar por transferencias.
Pero la deuda corre y la venta de Pepe no es una opción, pues aunque solo tiene 24 años, sus presentaciones lejos de potenciarlo lo desvalorizaron en una medida que ni el club de Londres quiere averiguar. La opción de fichar, ya muy compleja en medio de la actual crisis, se sacrificó ya por cuenta de esta y otras deudas. Ya jugadores y directivos rebajaron sus salarios, no hay de dónde más echar mano. Vienen tiempos muy duros para el club.