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Debido a todas las complicaciones de orden público en la capital vallecaucana, los duelos del América y Deportivo Cali no han podido disputarse con normalidad.
Los escarlatas tuvieron que jugar su partido de Copa Libertadores en Bucaramanga (vs Cerro Porteño), mientras que los azucareros siguen sin poder disputar el juego decisivo de los cuartos de final en la liga colombiana.
Justamente respecto a esto último, se ha buscado por cielo y tierra una solución. Las finales de Liga están quietas porque los de Alfredo Arias expresaron su deseo de jugar la vuelta en su estadio.
Recientemente el alcalde de Palmira Óscar Escobar fue enfático en que allí “tienen suspendido absolutamente todo, no hay cómo pensar en fútbol con una situación de desabastecimiento y bloqueos”. Palabras más palabras menos, le dijo a la Dimayor que ni se les ocurra jugar en Palmaseca.
Con ello, la búsqueda de plaza inició. Los primeros en bajarse fueron aquellos que precisamente recibieron a su rival de patio: Bucaramanga.
A través de un comunicado de la ‘Comisión local de seguridad, comodidad y convivencia en el fútbol de la ciudad de Bucaramanga’, se informó que la solicitud hecha por el cuadro verdiblanco fue negada.
¿La razón? “No están dadas las garantías para realizar dicho evento deportivo, por la alta ocupación de camas UCI, contagios, situación social de movilizaciones, seguridad y convivencia”.