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A sus 25 años, Davinson Sánchez es uno de los jugadores colombianos que se ha consolidado en Europa gracias a su buen fútbol. Si bien no ha sido una temporada fácil para él en Tottenham, su rendimiento en el Viejo Continente le ha servido para llevar cinco años en el balompié de élite. De hecho, estando en Inglaterra alcanzó su mejor nivel y valor en el mercado.
Sánchez se dio a conocer en Atlético Nacional a una temprana edad; sin embargo, sus inicios en el deporte rey fueron en el América de Cali, equipo al que le agradece su formación deportiva desde que era un niño.
"A los 6 años estaba en América de Cali y soy muy agradecido con ellos, porque desde esa edad ellos se hicieron cargo de mis transportes. Mis papás también tenían que hacer un esfuerzo. En su momento eran 8 mil pesos que ahora no representan mucho, pero para muchísimas familias que trabajan por el salario mínimo, por sostener a una familia y darle sustento a dos niños, no era fácil. Ahí pasé toda mi infancia, siempre destacándome, estando entre los mejores y preparándome", dijo el central en una charla con el cónsul de la nación en Reino Unido, Ricardo Lozano.
Sánchez, como muchos deportista en el país, no la ha tenido fácil. El esfuerzo de su familia para sacarlo adelante en medio de una situación poco favorable a nivel económico, le ha servido para ser más fuerte, y es que claro, los sacrificios de sus padres y demás familiares, son algunos de esos recuerdos de infancia que hacen que hoy sea un jugador más maduro y enfocado para seguir con su carrera.
"Con el paso del tiempo te das cuenta que tienes cualidades y que puede pasar (ser futbolista profesional). A los 11 o 12 años le dije a mi papá que me dejara ir solo a entrenar, mi abuela me tenía el almuerzo, me cambiaba, me iba y llegaba a las 9 de la noche. Era sacrificar momentos con mis amigos, por ir a entrenar y los fines de semana al partido. La salida era el fútbol, la posibilidad de poder brindar algo diferente a tu familia".
"Para mí siempre fue ser profesional y darle un bienestar a mi familia diferente. A los 13 años me fracturo la tibia y el peroné, pasé 8 meses con un yeso y en un momento le dije a mi mamá que no quería ir más a Cascajal a entrenar. Ella me dijo que no habían hecho un esfuerzo desde los 6 años para que abandonara. Si quieres tener algo el día de mañana debes tener persistencia y desde ahí no tuve duda que iba a lograr el objetivo, nadie me garantizaba que iba a jugar como profesional, pero nadie tampoco me iba a quitar las ganas de conseguirlo"
"No te das cuenta porque eres un niño y juegas fútbol con un amigo o familiar. Estás disfrutando de tu niñez. Yo pasaba cuatro horas dándole, mi mamá me tenía que llamar a hacer las tareas. Por fortuna conté con mi familia que me apoyó muchísimo. En ese tiempo para mí y mi familia era un esfuerzo. Recuerdo que mi hermana no gastaba el dinero de los descansos o no sacaba copias y lo hacía todo a mano para darme esa plata y yo fuera a entrenar".
Por último, Davinson tiene claro que los colombianos que brillan en el exterior tienen que dejar el nombre del país en lo más alto, pues la mancha del narcotráfico parece difícil de borrar. En Ámsterdam vivió una situación con fanáticos del Ajax, quienes reconocieron su nacionalidad y relacionaron al país con Pablo Escobar.
"Lamentablemente y soy testigo. En Holanda cuando llego a Ámsterdam voy con Daniela (esposa) a un restaurante, yo ya había jugado un par de partidos en el Ajax y llega un fan y me dice 'Pablito, Pablito', refiriéndose a mí. Me dijo que se sentían orgullosos por que yo llegara al Ajax, y como pude, pues apenas si podía decir dos frases en inglés. Pero le dije que estaba orgulloso de que Dios me dio la posibilidad de nacer en Colombia. Históricamente no estamos manchados, pero si nos hace reflexionar por todo lo que ha pasado y hemos vivido. Pero cada oportunidad es una chance para representar bien a nuestro país, no solamente futbolistas. Artistas, patinadores, o cuando van los muchachos a los Olímpicos, todo para cambiar esa historia", concluyó.