Una final de poder a poder: Santa Fe y Bucaramanga, más que parejos

Con o sin punto invisible, más allá de toda discusión o de las dudas en el cierre de los cuadrangulares, Atlético Bucaramanga e Independiente Santa Fe han llegado a la final de la Liga Betplay I 2024 en uno de esos arranques de justicia que cada tanto tiene el fútbol. 

Pero más allá de que el equipo 'leopardo' no tenga ningún título en el palmarés y que en cambio los 'cardenales' estén buscando su décima corona y de que por esa razón muchos vean a los bogotanos como grandes favoritos, la realidad es que se trata de un duelo muy parejo, del mejor equipo del torneo contra el tercero, una auténtica lucha de poder a poder.

Así llega Bucaramanga

El equipo de Rafael Dudamel fue el mejor de todo el 2024, la revelación del campeonato y la sorpresa ya que no dispone de una nómina que pueda contarse entre las más competitivas del FPC.

El rendimiento del equipo es nada menos que del 67 por ciento, producto de 11 victorias, 5 empates y 3 derrotas. Se trata de un equipo que logró hacer 24 goles pero que tuvo como gran virtud su defensa, que ha permitido solo 10 goles en 19 partidos, nada menos que 15 vallas invictas en el campeonato.

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La calificación promedio de Bucaramanga es de 6,89, todo un mérito sabiendo que en los cuadrangulares enfrentó equipos con muchos más recursos. 

Así llega Santa Fe 

El equipo 'cardenal' ha pasado por los cuadrangulares con un alucinante promedio de 16 puntos, ninguna derrota y apenas un gol encajado. ¿Podría ser más justa una clasificación a la final?

De la mano de Pablo Peirano, el equipo 'cardenal' tiene un rendimiento del 60 por ciento, con 10 victorias, 4 empates y 5 derrotas, con 22 goles a favor y 12 en contra. Y ojo: suma 14 vallas invicto, un rendimiento muy parecido al de Bucaramanga, lo que habla de lo parejo que es el cruce en la final. 

Su calificación promedio suma a la igualdad que se verá en el campo: 6,91, apenas un poco mejor que su próximo rival, solo producto del gran cuadrangular que acaba de firmar, mejor que el de los bumangueses.