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"Pronto llegará el día de mi serte", dice la canción. Y hay quienes se cansan de esperar ese día y de luchar y de recibir portazos y simplemente abandonan. No es el caso de Arturo Reyes.
El curso pareció empezar desde sus días como futbolista, en ese rol de defensor que seguro le dio la coraza para aguantar la larga lista de ataques que han sido constantes en su carrera.
Salvo el buen rendimiento en el desaparecido Academia, en el que estuvo por tres temporadas, y el efectivo papel que ha tenido por años en el Barranquilla F.C., parecía que los resultados eran más sus enemigos que otra cosa: no salió bien lo de Patriotas, tampoco lo de Bucaramanga, y ya en el Junior tuvo que pasar por dos destituciones hasta lograr el título que finalmente pudo festejar en el Atanasio Girardot, tras una definición de infarto por penaltis contra el duro Independiente Medellín.
El paso por las selecciones juveniles de Colombia, a pesar de haber tenido destacados logros como la medalla de bronce en Suramericanos, el oro en Centroamericanos o los cuartos de final en el Mundial de Polonia 2019, supo a poco y la gente siempre prefirió quedarse con el mal nivel del Suramericano o el decepcionante balance en el Preolímpico.
En el propio Junior fue un batalla tras otra: nombrado y despedido por malos resultados en 2021, misma rutina en este 2023 tras la eliminación de Copa Sudamericana y ahora, que volvió en modo bombero a apagar el incendio de la salida de 'Bolillo' Gómez hubo que esperar a la final para que los dueños del club le dieran la confianza esperada. Todo, al final, tendría un justo premio ahora, que puede presumir, muy a su estilo, de una etiqueta de 'campeón de Colombia' por la que espero como nadie.
Déiber Caicedo reconocía que su llegada y la de otros jugadores que trajo 'Bolillo' Gómez fue la semilla pero que Reyes tuvo la virtud de devolverles la confianza y conformar la tan famosa -y efectiva- idea de familia, que hace la diferencia entre un puñado de buenos futbolistas y un equipo campeón. Ese es el mérito del DT samario, de 54 años.
Contra todo y contra todos, Reyes impuso sus ideas, tercas o como quieran calificarse, y ahora tiene el legítimo derecho de saborear la revancha. Después de una lista tan larga de desencuentros, se ganó el derecho de pasar la cuenta de cobro.