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El risaraldense se 'salió de la ropa' con el árbitro Hinestroza.Foto: Guillermo Ossa/CEET
Por:
Redacción Futbolred
31 de julio 2019, 10:20 p. m.
El caso de Juan Carlos osorio sigue alimentando el debate en el fútbol colombiano: ¿fue justa o resultó débil frente a la gravedad de la falta?
El DT de Atlético Nacional fue sancionado con 3 fechas en Copa Colombia, dos meses en todas las competencias y 8 salarios mínimos de multa "por incurrir en conducta incorrecta contra un oficial de partido".
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¿De cuánto estamos hablando? El equipo pagará un millón seiscientos treinta y seis mil doscientos cincuenta y dos pesos ($1.636.252,oo). Considerando que hay una pena de dos meses, la irrisoria cantidad resulta al menos curiosa.
Y ese precisamente es el nuevo foco de la discusión: ¿es coherente una multa tan baja ante un hecho delicado como agredir físicamente a un árbitro? ¿Por qué para otras faltas se cobra hasta cuatro veces esa cantidad?
El caso de Osorio obliga a repasar otros casos, menos complejos que la infracción del entrenador risaraldense, pero duramente castigados en términos económicos.
1. El castigo por un homenaje a Jonathan Agudelo
En el triunfo 1-3 del Cúcuta contra Rionegro, la gran figura fue el delantero Jonathan Agudelo, autor de un doblete. Ese día, en la celebración, él quiso rendir un homenaje y mostró la imagen de su hermano Jorge Iván, de 17 años y del registro de Independiente Medellín, quien fue asesinado en la capital antioqueña en el pasado mes de mayo. la Comisión de Disciplina consideró que al ser una falta incluida en el reglamento, se sancionaba con una multa de ocho millones ciento ochenta y un mil doscientos sesenta pesos ($8'181.260). ¿A quién agredió? ¿Qué mal ejemplo dio? Y la cantidad fue muy elevada.
2. Andrés Ricaurte, fuera de un duelo clave
En un hecho inusual, una oficialización de sanción a altas horas de la noche y con efecto inmediato para un partido apenas unas horas después, se castigó a Andrés Ricaurte, de Independiente Medellín, por una infracción al Código de Disciplina: "sancionar al señor Andrés Ricaurte, jugador inscrito con el Equipo del Pueblo S.A., con cuarenta nueve millones ochenta y siete mil quinientos sesenta pesos ($49.087.560,oo) de multa y dos (2) semanas de suspensión por contribuir en un error de juicio y en consecuencia hacer adoptar una decisión incorrecta a un oficial de partido en el encuentro disputado por la 9ª fecha de la Liga Aguila I 2019 contra Independiente Santafe", decía el texto de la sanción.
El castigo fue inmediato y no dio, como en el caso de Osorio, tiempo para la apelación. Ricaurte se quedó fuera de un clásico decisivo contra Nacional y su equipo lo sufrió.
3. ¿Simulaciones son más graves que agredir a un árbitro?
Más allá de estar incluidas en el reglamento, llama la atención que una agresión física a una autoridad del campo, como fue el caso de Osorio en Nacional, se castigue con una multa económica que no alcanza los 2 millones de pesos, cuando el engaño, que muchas veces resulta inherente al juego, cuesta hasta 20 veces más.
Los ejemplos sobran: Andrés Amaya, del Huila, fue multado con $44.263.020 por fingir una agresión del lateral Jarold Martínez del América; Johan Jiménez, de Rionegro, simuló una agresión de William Morales, de Patriotas, y pagó 44 millones de pesos; Darío Rodríguez, en Bucaramanga, fue condenado a una multa de $41.367.240 por simular una falta de Abel Aguilar que condujo a su expulsión; Luis Carlos Arias, en Nacional, recibió una multa de $44.263.020 por engañar al árbitro Hervin Otero tras anotar con la mano; Didier Moreno, en Medellín, fingió una falta de DAniel CAtaño y pagó 44 millones de pesos... Y así, la lista crece.
4- Otros castigos a directivos
Vale la pena recordar otros castigos a entrenadores por protagonizar hechos reprochables en el campo y sus respectivas multas..
En abril de este año, en un hecho similar al de Osorio, pues se trató de una agresión, el gerente de Junior, Héctor Fabio Báez, resultó sancionado con dos meses de suspensión en todas las competiciones por un empujón al juez, pero la multa fue de $8.181.260... casi seis veces más que el castigo al DT de Nacional.
En abril de 2015, Hernán Torres, en el DIM, fue multado con $3.221.750 por decirle al central: "no la tenés montada, siempre que vienes a Medellín nos pitas mal, sos descarado tramposo". Nunca lo tocó, pero pagó tres veces lo que Osorio.
A Eduardo Pimentel lo condenaron en 2016 a pagar $34.472.700 de multa, más un año sin ingresar a los estadios, por insultar al juez Luis Sánchez, pero en la apelación casi lo indultaron y pasó a pagar $5.515.632 y 6 fechas fuera de los campos. Sigue siendo muy superior a la multa que se discute hoy.
La polémica no pasa por si las simulaciones reciben castigos demasiado severos o si tiene sentido la siempre discutida tarjeta amarilla por quitarse la camiseta en un momento de emoción por un gol, pues todo se incluye en el reglamento y los jugadores lo saben. Lo que se discute es por qué la multa a Osorio no guarda relación con una pena tan alta como dos meses fuera de las canchas.
Es oportuno explicar que, según el reglamento, existe una rebaja de hasta el 75 por ciento para las sanciones económicas cuando el equipo disputa más de una competencia. Asunto que resulta igualmente inexplicable pues resulta siendo una especie de indulto para el club del infractor, lo que debilita la idea de la sanción justa.