Quintero vuelve a Barranquilla con otra camiseta: ¿heridas del pasado?

Junior recibe a América de Cali en un partido lleno de expectativas, de necesidades y de presiones para ambos. 

Los entrenadores César Farías y Jorge 'Polilla' Da Silva, los estelares de lado y lado y hasta las promesas enfrentan un reto enorme, pues deben demostrar que tienen argumentos para seguir en dos de los equipos grandes de Colombia. 

Pero sin duda hay uno que juega casi una doble confrontación, por su presente y su pasado en estos elencos. ¿Qué tan hostil será el ambiente en el estadio Metropolitano?

De la ilusión a la decepción

El que vuelve a la que fue su casa es Juan Fernando Quintero, quien llegó como gran estrella, más o menos el mismo rango que ostenta hoy en América de Cali, pero se fue sin dar una prueba concreta de su talento.

JuanFer jugó 7 partidos (6 por Liga, uno por Copa Sudamericana), sumó 540 minutos y marcó un gol (a Envigado, su ex equipo). Justamente ese mal recuerdo del torneo internacional es lo que quiere borrar hoy, pues aquella vez se despidió en la fase 1 tras caer contra Deportes Tolima en Ibagué.

¿Qué le pasó? ¿Por qué ese balance tan gris? Todo ocurrió en la Selección Colombia, pues a los dos meses de haber llegado a Junior volvió a ser visible para Néstor Lorenzo, quien lo convocó para la gira de Asia. Volvió con una lesión, un tema óseo que lo sacó de carrera en Junior pero que no impidió un nuevo llamado a la tricolor, de la que al final regresó más afectado, terminando así en 'dique seco' el resto del semestre.

Después llegó Hernán Darío "Bolillo" Gómez y todas las ilusiones de revancha volaron por el cielo barranquillero: "Empiezo a sentir que yo no encajo y es la realidad. No encajo en un sistema que es incuestionable", dijo. Y se fue a Racing y se coronó campeón de la Copa Sudamericana jugando a un nivel que hizo que América de Cali apostara de nuevo por él e invirtiera cerca de 3 millones de dólares. 

Ahora ha dicho que le gustaría tener revancha en barranquilla, ya sin 'Bolillo' Gómez en el radar, pues tuvo gran relación con la afición. No se ha dado y en cambio será rival del equipo tiburón y, si todo le sale, bien, su verdugo. ¿Habrá paciencia y algo de ese cariño de antes? Difícil. Ahora todo se reduce a seguir vivo en la Copa Sudamericana.