Roger Cañas, a 'conquistar' un recóndito país futbolero en Europa

A Roger Cañas lo del trotamundos ya le quedó pequeño y hasta él mismo toma con mucho humor cuando se le da este calificativo. “Seguimos trotando”, dice. Y es que el volante nacido en Medellín, hace 27 años, tendrá un nuevo reto en su carrera futbolística: ahora actuará en el fútbol de Bielorrusia. Una liga que a muchos les puede parecer exótica.

El centrocampista arribó al Shakhter Soligorsk, club que milita en la primera división de ese país. El exDIM le apuesta a triunfar, tal cual ya lo ha hecho en las otras competencias por las que ha pasado en el Viejo Continente .

“Acabé de llegar al equipo, estoy conociendo a los compañeros, la forma de jugar del equipo. De la Liga no conozco mucho, sólo al actual campeón que es Bate Borisov, que ya lo enfrenté en dos o tres ocasiones”, fue sincero el exfutbolista del Astana, de Kazajistán en charla con FUTBOLRED.

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Cañas también fue franco al afirmar que eligió ir a Bielorrusia porque con su nuevo equipo tiene la oportunidad de disputar competiciones europeas. Algo que siempre llama la atención en cualquier propuesta.

“Hay la posibilidad de jugar Europa League, eso fue lo que me ‘jaló’ para tomar la decisión y venir al fútbol bielorruso”. Y agregó que “espera aportar su granito de arena” al Shakhter Soligorsk.

Por supuesto, no desvía su mirada de conseguir títulos, como ya los obtuvo con clubes de Kazajistán y Chipre. “El principal objetivo siempre es ganar, quedar campeones. Este equipo el año pasado estuvo cerca de quedar primero, tiene calidad, buenos jugadores; esperemos aportar un poquito de mi trabajo y esperamos conseguir buenas cosas”, sostuvo.

Bielurrusia será el sexto país en Europa en el que actuará Cañas Henao. Su prontuario de clubes en el Viejo Continente es bastante extenso y en clubes que muchos poco distinguen.

Estuvo en el Tranzīts Ventspils, de Letonia, en Sibir Novosibirsk, de Rusia, y en el Jagiellonia Białystok, de Polonia. A esos conjuntos se les suman Shakhter Karagandá, Astana y al Ordabasy, de Kazajistán. Al igual, que el Apoel Nicosia, de Chipre. Ya lo de la adaptación para él no es inconveniente. Desde el 2010 vive en Europa.

“Ahora no tengo problemas en adaptación porque he jugado mucho tiempo en Kazajistán, en Rusia… Esto hace parte de la antigua Unión Soviética, no es mucha la diferencia, casi todos estos países manejan casi la misma cultura, el idioma; no las mismas tradiciones, pero sí cosas similares. No creo que haya problema en la adaptación en este sentido”, reveló.

Lo cierto es que la sinopsis futbolística de Roger revela que ha actuado en torneos ‘raros’, particulares y hasta originales, por no volver a decir exóticos. No sabe afirmar el por qué elige este tipo de ligas, pero como él mismo dice: “Son cosas que la vida te pone de frente y estoy abierto a cualquier país, a cualquier lugar donde me den la oportunidad de seguir jugando al fútbol”.

“La verdad, no sé, son cosas que la vida te pone de frente y uno como futbolista y, más en esta carrera. He visto oportunidades, opciones, jugar torneos que nunca pensé que iba a actuar. Me llama la atención la posibilidad de jugar una Champions League, una Europa League, además de ganar trofeos, el ser reconocido por estos lados, es algo importante también".

"Lo que Dios me quiera poner de frente, he pasado por muchos lugares raros, exóticos, cómo lo quieran llamar, estoy abierto a cualquier país, a cualquier lugar donde me den la oportunidad, la posibilidad de seguir jugando al fútbol. Vamos a ver lo que Dios me depare de aquí en adelante", sostuvo.

A su vez, afirmó que extraña mucho a su ‘tierrita’ (Medellín), pero “como he estado tanto tiempo fuera el país, uno se va acostumbrando a estar más acá, que allá. Me comunicó con la familia por whatsapp, de vez en cuando una llamada, así mantengo el contacto con ellos”.

Lo cierto es que Roger le apuesta a dejar huella, a dar lo mejor de él en cada entrenamiento y partido en el Shakhter Soligorsk. Ambiciona lo mejor para su equipo, y por supuesto, para él.  Dice que su número '88' le trae más que buenos augurios. “En muchos equipos dónde voy siempre está ocupado el ‘8’, un número que me gusta, pero cuando llegué a Kazajistán me puse este dorsal (88) y me pasaron muchas cosas buenas; entonces me gusta aún más”, cerró.

Marianella Ramos Castro

Periodista de Futbolred

rammar@eltiempo.com

En Twitter: @Nella_Ramos