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Una cosa es la decepción por al derrota y otra, muy distinta, es perder el sentido de la proporción y atentar contra todo aquello que suene al rival, como es el caso de los comentaristas de un partido de fútbol.
Ocurrió en el reciente duelo Porto vs Atlético de Madrid, por la Champions League, en Oporto. La derrota de los locales los sacó de competencia en el torneo continental y la ira de los hinchas llegó a los analistas de Movistar.
José Sanchís, Gustavo López y Álvaro Benito denunciaron en directo la situación que estaban sufriendo, mientras se escuchaba que les pedían a los agresores calma: "Tranquilo, estate tranquilo", le decían a uno de los aficionados en plena cabina.
Uno de los comentaristas pedía la intervención de la seguridad del estadio Do Dragao antes de que la cosa pasara a mayores: "Nos están agrediendo aquí cuatro perturbados, gente muy exaltada", decía Sanchís.
Otro episodio lamentable de inadaptados, incapaces de identificar que se trata solo, solo de un partido de fútbol. Una pena que se repitan estas escenas en tantos estadios del mundo.
"Mira que llevamos años haciendo esto y no había pasado en la vida. Se ha exaltado la cosa y nos ha tocado pagar el pato a nosotros", lamentó Sanchís. "Por suerte no nos han enganchado bien. Yo estoy cerca de la zona de los aficionados y me han arrancado la capucha, pero poco más", relató el comentarista de Movistar Liga.