Es bueno siempre sumar de visitante y eso lo tiene claro Atalanta, que en su visita a Leipzig supo luchar para llevar la serie de cuartos de final de Europa League a su terreno.
El equipo de Gasperini empató 1-1 en territorio alemán gracias a una joya de Luis Muriel, que sirvió para aguantar una dura arremetida alemana que pudo merecer más premio. Lo cierto y lo bueno es que se decide todo en Bérgamo y que además volvió Duván Zapata y se vio bien, lo que no es un detalle menor a esta altura de la temporada.
Era denso el arranque de un Leipzig sin la velocidad de antaño (de aquel equipo de Nagelsmann) y eso siempre es una invitación para Atalanta y para Luis Muriel, quien a los 17 minutos se hizo cargo: tomó la pelota por la banda, se fue abriendo hasta encontrar el ángulo y soltó un derechazo inatajable para el 0-1 que festejó con todo el ánimo que se le quedó guardado en la eliminación de Colombia del Mundial de Catar.
Y no fue inmediata la reacción de los alemanes, de hecho solo un acercamiento en un remate al palo de Silva, fue la respuesta ofensiva a un Atalanta que lució cómodo y que inclusive se animó por aumentar la ventaja.
Pero el descanso le hizo bien al local y la fortuna quiso que se encontrara un penalti, muy dudoso por demás, que fue consagración y condena para el portero Musso: espectacular fue su doble atajada al cobro de Silva, pero se quedó en la celebración y en la siguiente jugada, a la salida de un tiro de esquina, Zappacosta intentó cerrar mal y esta vez Musso se quedaba en el corte de Orban, autor del gol de empate 1-1 a los 58 minutos.
A los 60 se fue Muriel por su compatriota Duván Zapata, primer partido después de 53 días sin acción por culpa de un delicado problema muscular, y dos veces intentó desde afuera su regreso al gol. No pudo ser.
Hoopmeiners tenía la ventaja pero el arquero Gúlacsi tenía suerte y la pelota se estrellaba en el palo y luego le rebotaba hacia afuera. Domenic estrellaba en el travesaño el segundo tanto de Leipzig y empezaba a repetirse Atalanta en centros hacia Zapata muy fácilmente controlados por los alemanes.
El tiempo se fue en un esfuerzo enorme de los italianos, con Zapata sano y todo por decidir en la revancha.
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