Con el diario del día siguiente en la mano es sencillo juzgar, señalar errores, pronosticar y hasta especular con lo que pudo ser y no fue. Es cómodo decir que la Selección Colombia pudo morir de hambre con la nevera llena en la derrota contra Bolivia 1-0, en la difícil condición de El Alto, a 4.150m de altitud.
Pero en los zapatos del técnico Néstor Lorenzo vale la pena preguntarse: ¿es sencillo prescindir de las estrellas en un partido de Eliminatorias al Mundial 2026, más allá de quién es el rival?
La respuesta es fácil: no. Los jugadores más determinantes, que tienen más rodaje juntos, que además vienen de hacer una Copa América 2024 inolvidable, no se marginan de ningún duelo, no importa en qué condiciones deban competir. Y para un DT siempre es una tentación utilizarlos.
Por eso no parece justo criticar la titularidad de James Rodríguez, Luis Díaz y Jhon Arias en El Alto, en un partido que se sabía que sería un desafío físico para las figuras.
Cumplieron, pero ¿lo sufrirán?
Lo que le da la razón a Lorenzo es que los números de los tres mostraron que cumplieron, a pesar de la derrota.
Aunque la sensación con Jhon Arias es que por primera vez en la selección firmó un partido de 5 puntos, acusando imprecisión y cansancio, al punto que fue reemplazado Yaser Asprilla a los 62 minutos, el balance estadístico fue aceptable: 1 pase clave, 2 pases largos completados, 2 de 4 duelos ganados y 96 por ciento de precisión en el pase.
Es la misma impresión que dejó Luis Díaz, que exageró en la posesión y otra vez no fue determinante de cara al arco, rival, pero los números defienden su desempeño: 1 quite, 2 de 4 regates completados, 6 de 11 duelos ganados y una precisión en el pase de 89 por ciento. Jugó 78 minutos.
Pero lo de James fue impresionante: 4 pases clave, 4 de 4 pases largos completados, 3 de 5 duelos ganados y 94 por ciento de precisión en el pase en ¡más de 100 minutos en cancha! Eso no lo vio venir nadie: apenas juntó minutos y una sola titularidad en Rayo Vallecano antes de presentarse a competir a más de 4.00 metros de altura. Y nunca se vio incómodo.
Díaz, James y Arias en Bolivia vs Colombia
Foto: Sofascore para Futbolred
La factura del esfuerzo
Ahora la preocupación es distinta. Se sabe que, en las condiciones que les toque. ellos van a responder con el sacrificio que todos vimos. Pero no está en sus manos calcular la consecuencia de jugar en condiciones tan hostiles y mucho menos proyectar la factura que pasará semejante esfuerzo. Eso es tarea del técnico Néstor Lorenzo.
Y vienen las dudas: ok, las figuras iban a ser titulares, pero ¿no había manera de dosificar su esfuerzo, de darles menos minutos, de limitar un poco sus desplazamientos y evitar que llegaran en el límite de su físico a un partido que ahora es perentorio ganar contra Chile para no generar un déficit de puntos en esta doble jornada de las Eliminatorias?
Sí. Seguramente era la intención al modificar el medio campo e incluir a un par de jugadores, en teoría, fuertes en la marca y con sensibilidad para la salida como Uribe y Castaño. Los dos decepcionaron y eso expuso a Arias y dejó sin socios a James y Díaz, quienes tuvieron que correr más de lo que se pensaba para intentar asociaciones en ataque.
¿Y no era viable un segundo tiempo con otras caras como Juan Fernando Quintero que no jugó ni un minuto, el propio Yaser o hasta 'Cucho Hernández, que entraron muy sobre el final? Ahí pudo fallar la confección misma del banco pues quedaron en la tribuna hombres como Carrascal o Deossa, que bien pudieron dar una mano.
Lo cierto es que el esfuerzo físico que hicieron las figuras del ataque nacional se va a pagar, con seguridad, cuando se pase de la altitud inclemente de El Alto al intenso calor de Barranquilla contra Chile, el próximo martes. En cuatro días va a ser difícil recuperarse del todo y eso en el caso de James, a sus 33 años y con la poca actividad que acusa no en los últimos meses sino de los últimos años, genera, para empezar, una gran incertidumbre.
No antes del próximo martes se sabrá si fue excesivo el esfuerzo y si la factura, sabiendo todos a los que se exponían, vale la pena cuando no se sumó un solo punto en Bolivia. Estos cuatro días es todo lo que queda.