La noche que todos soñaron -que soñamos- fue tal como lo soñó Luis Díaz, pero como él mismo explicó, no fue ni mucho menos un mérito individual.
Díaz fue la figura excluyente, el que más y mejor intentó hacer daño y el que, en un acto de justicia, salió en hombros del Metropolitano tras un doblete que no solo supuso la victoria 2-1 sino que rompió la historia al ser la primera victoria contra Brasil por unas Eliminatorias.
El triunfo se trabajó con paciencia: el equipo sufrió, esperó, se recuperó, falló en definición, insistió, confió y al final celebró. Y o hizo sí sobre la figura excluyente, su futbolista más destacado, pero también sobre el aporte de varios obreros, laboriosos ayudantes del guajiro en su inolvidable noche. Ellos no están en las portadas, pero fueron definitivos:
Camilo Vargas
Atajó al menos tres pelotas de gol frente a Rapinha, Martinelli y Rodrygo en momentos en que un segundo gol habría sido letal. Su saque largo y preciso fue arma de ataque y su seguridad para coordinar el esfuerzo con su zaga y condenar al rival a ataques controlables. Sí, tuvo fortuna con un remate en el palo, pero su elasticidad y su buena lectura del juego fueron al base de la victoria.
Dávinson Sánchez
Es verdad que está en la foto del gol Brasil, pero de ahí en más fue el patrón de la zaga: atento, imbatible en el hombre a hombre, potente en la marca a Marquinhos y hasta atrevido para acercarse a Alisson Becker. Fue un gran partido, una ficha que se extrañará contra Paraguay (acumuló tarjetas amarillas).
Kevin Castaño
Pocos entendieron por qué se quedó fuera de la primera convocatoria para las Eliminatorias pero él lo tenía claro: sin actividad en México no iba a volver. Y se empeñó y jugó y ahora difícilmente perderá la titular. El joven mediocampista fue escolta de Díaz, de James y hasta de Carrascal, corrió la cancha sin descanso y ganó los duelos directos como un veterano, frente a jugadores que son estrellas mundiales. Su personalidad es asombrosa.
James Rodríguez
Más capitán que nunca: aguantó la presión, esperó la ocasión, cada pelota que pasó pro él generó una inquietud para el rival y eso explica que, por encima de todo, Lorenzo lo prefiera e incluso sacrifique jugadores en posiciones naturales para abrirle espacio. Ha recuperado en Sao Paulo las ganas de ser futbolista de élite y es Colombia el que más lo disfruta.
Luis Sinisterra
Pocos apostaban por él, por su falta de continuidad en Bournemouth y su poca frecuencia goleadora, pero el equipo fue uno antes y otro después de su llegada: como extremo natural se abrió espacios para él y especialmente para sus socios en ataque. Siempre buscó a Díaz, siempre encontró caminos a Borré, siempre sintonizó con james, hasta fue socio de un discreto Carrascal. En caso de una emergencia como al ausencia de Arias, es el primer en decir ¡presente!
Richard Ríos
Jugó pocos minutos, suficientes para demostrar que merece más confianza: su aplomo liberó a Sinisterra, le dio un alivio a Castaño, dejó en el olvido a Uribe y fortaleció el ataque. Hace tiempo le pide a Lorenzo más continuidad. Contra Paraguay, por talla y media distancia, junto a todas las virtudes mencionadas, puede tener su gran oportunidad.