Faltan nueve días para la doble jornada de Eliminatorias al Mundial 2026. Y en la Selección Colombia hay una crisis en desarrollo que tiene a todos con los nervios de punta.
¿Qué está pasando? Que por primera vez en el último año, al menos, el técnico Néstor Lorenzo no podrá disponer de tres zagueros que son indiscutibles en las convocatorias y que ahora, en una infortunada consecuencia, han sufrido lesiones simultáneas.
Incluyendo amistosos, Eliminatorias y Copa América 2024, no se habían presentado tantas bajas tan importantes en una zona que suele tener pocas modificaciones, salvo ajustes muy puntuales, casi siempre motivados por problemas físicos. Así fue necesario rearmar, por ejemplo, la zaga contra Argentina en la última jornada de Eliminatorias en Barranquilla, con triunfo 2-1: Yerson Mosquera y Jhon Lucumí compartieron titularidad por primera vez y el balance, con gol del primero, fue más que satisfactorio.
¿Tormenta perfecta?
Primero la buena noticia: a diferencia de lo que pasó en el llamado de la última jornada de Eliminatorias contra Perú y Argentina, los dos titulares de la Copa América 2024 que tanta seguridad ofrecieron están sanos y disponibles: Dávinson Sánchez y Jhon Lucumí. El hombre de Galatasaray sufrió un problema de espalda que lo marginó.
El lío ahora es que siempre que hubo una baja quedó una lista muy fija de alternativas, que han venido compartiendo convocatorias en la era Lorenzo y tienen la información suficiente para ingresar en cualquier momento, sin que eso implique un desajuste: todos trabajan juntos y se conocen y saben ajustarse al plan.
Pero ahora esa estabilidad se ha quebrado: Yerson Mosquera se cayó por una lesión en el ligamento colateral medial y el ligamento cruzado anterior que lo descarta hasta el próximo año, Carlos Cuesta por una rotura fibrilar en su gemelo derecho que lo tendrá casi un mes en recuperación, y es muy probable que también quede al margen Yerry Mina, quien tuvo que salir por lesión del último partido de Cagliari, sin que hasta ahora se conozca un parte médico oficial.
¿A quién convocar?
Una de las premisas del DT Lorenzo es que sus primeras alternativas cuando se presentan estas crisis de lesiones sean jugadores que en algún momento hayan sido llamados por él, lo cual le garantiza que, sabiendo que no hay tiempo para entrenar, vengan con el conocimiento y el libreto claro.
Pero ahora hay otra disyuntiva: los dos o tres reemplazos deben llegar al tope de su rendimiento, pues el desafío es jugar contra Bolivia a 4.150m de altitud (10 de octubre) y luego ir al calor de Barranquilla para enfrentar a Chile (15).
Si fuera entonces una elección de dos centrales suplentes, ojo a los que ya han estado y regresarían, teniendo en cuenta que solo dos que tienen la llamada 'huella de altura'.
De la última convocatoria el elegido sería Juan David Cabal, aunque desde su último llamado ya no es tan fijo entre los titulares de Juventus. Los otros que ya han sido llamados son: Juan David Mosquera (Portland Timbers de la MLS), Nicolás Hernández (Banfiled de Argentina) y Alexis Pérez (Al-Wasl de Emiratos Árabes). Los tres están disponibles, el primero con más minutos que los demás, aunque en el fútbol árabe apenas empieza la temporada.
Y los dos nombres de altura son realmente sorprendentes: Willer Ditta, titular habitual de Cruz Azul de México, y Andrés Llinas, quien ha perdido la titularidad en Millonarios y apenas este miércoles, en Copa Colombia, ha vuelto a ser inicialista. Mal momento para el bajón de rendimiento que tuvo...
Si la situación fuera tan apremiante como para mirar a una Liga Betplay que, según el propio Lorenzo, no es prioridad, se perfilan opciones en buen momento como Jeison Quiñones de Águilas (27 años), Julián Millán de Santa Fe (26) o un ex Selección como William Tesillo (34), todos con huella de altura.
Ahora es momento de hacer cálculos, revisar cifras de rendimiento y planear con jugadores sin todo el bagaje que quisiera el DT. En fin, de estas contingencias no se salva nadie. Es momento de ocuparse, no de preocuparse.