La Selección Colombia Femenina terminó su participación en el Mundial Sub-17 con más pena que gloria y muy por debajo de la gran expectativa que tenía.
Sí, hay que reconocer que un grupo con España y Estados unidos, dos potencias orbitales, era muy difícil creer que iba a ser sencilla la tarea de la clasificación. Pero ¿un solo punto de 9 posibles para una selección que venía de ser subcampeona mundial de la categoría?
La presentación de las dirigidas por Carlos Paniagua estuvo muy por debajo de lo que se esperaba para un equipo que tuvo una preparación adecuada, que llevó a las mejores del momento en la categoría y que no pudo siquiera acercarse a la vara muy alta que habían dejado sus predecesoras en la Copa de India.
Una golondrina no hizo verano
Colombia tuvo gruesas fallas y jugadoras como Mariana Silva, Isabella Díaz, Lena Tushe y varias más con experiencia en ligas a pesar de su corta edad, pasaron muy por debajo de la expectativa, sacrificadas por la muy pobre idea de equipo que se sintió durante los tres partidos que jugó contra Corea (1-1), Estados Unidos (0-2) y España (1-2).
A la hora del balance solo una jugadora se destacó y fue Luisa Agudelo: se notó la experiencia de su segundo Mundial Sub-17, del reciente Mundial Sub-20 en Colombia y del título liguero con Deportivo Cali. La portera hizo gala de su reacción, su elasticidad para llegar a los ángulos, su seguridad en el juego por abajo y su increíble personalidad para enfrentar a todas las rivales por igual. Una pena que sus compañeras no hubieran tomado nota de todas esas virtudes.
Sí, le hicieron 5 goles en tres partidos y no logró sacar una valla invicta, pero de no ser por ella la diferencia con las poderosas estadounidenses o las españolas se habría notado mucho más.
Teniendo en cuenta que la misión última de las selecciones juveniles es proveer a la selección mayor de nuevos talentos en cada presentación, el saldo de esta selección de Paniagua pasa en rojo pues, salvo una portera a al que es cuestión de tiempo ver con las estelares Mayra, Linda, Usme y compañía, no hay grandes hallazgos tras la cita orbital Sub-17.
A República Dominicana fue Colombia armada solo de una arquera de una categoría radicalmente distinta a las demás y así le fue: una golondrina no hace verano y a Luisa, que es por mucho lo mejor que tiene esta generación, no le iba a alcanzar el talento y el compromiso que siempre muestra, para hacer milagros.